Buenos Aires, 27 de marzo. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió hoy sobre la problemática social por la inseguridad y analizó también los contenidos de la información de los medios, pues recientemente juristas denunciaron el amarillismo que crea un clima de temor en la población.

Sin trabajo o con gente mal pagada no hay plan de seguridad ni patrullero que alcance, sostuvo, al presentar un nuevo programa de seguridad ciudadana, para responder a embates de la oposición de derecha, que exige mano dura o pena de muerte como un nuevo ariete contra el gobierno.

Recordó que los picos de inseguridad coincidieron con los picos de desocupación, como fue en la crisis entre 2001 y 2002, y destacó que no es sólo el tema de la pobreza, está comprobado que la brecha social, la convivencia de la extrema pobreza con la extrema riqueza, es lo que acrecienta los niveles de inseguridad.

Precisamente en estas horas, cuando se dio por finalizado el paro patronal de la Mesa de Enlace de cuatro entidades agrarias y se anuncia la continuidad por otros medios de la protesta que tuvo escasa resonancia en el país, el gobierno logró una buena votación en el Senado para adelantar las elecciones legislativas al próximo 28 de junio, con respaldo de 42 votos en favor y 26 en contra .

Esto sucedió a pesar de una fuerte campaña opositora y del intento nuevamente de usar la llamada protesta del campo para desabastecer el país o provocar choques con los sectores más afectados por el impedimento de transporte de alimentos.

Esta nueva protesta llevó a la suspensión de unos 5 mil trabajadores en distintos rubros y se volvió a golpear la comunicación comercial en la ruta del Mercosur.

Sin embargo, los acuerdos con otros sectores del campo y de una cantidad de productores, las diferencias, que son muy fuertes, al interior de la Federación Agraria Argentina ante el rechazo de miles de pequeños productores a la acción de sus dirigencias ligadas ahora a viejos sectores golpistas, como los grandes terratenientes de la Sociedad Rural, cambiaron el escenario de la nueva protesta de la Mesa de Enlace.

La presidenta recordó ayer que “hay sectores que nunca pararon cuando estaba la dictadura, cuando se descontaban salarios a los trabajadores públicos y estaba el corralito (que encerró a fines de 2001 todos los fondos depositados en los bancos, incluso salarios de trabajadores), y añadió que ahora hacen paro cuando hay un gobierno nacional y popular.

Por su parte, Rubén Dri, filósofo y profesor en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, señaló que la derecha, “impulsada entre otros gupos de poder por la Sociedad Rural, que envía por delante a los “panzers” de la Federación Agraria”, mantiene un proyecto golpista que va más allá de una acción destituyente o un golpe suave, ya que sólo falta la presencia del ejército en estas acciones.

Dri recordó, al referirse a los productores de la Mesa de Enlace, que todas las demandas desde el primer paro hasta ahora,salvo la eliminación total de retenciones, les han sido concedidas y todas sin excepción fueron rechazadas.

Para esa derecha golpista –agregó–, “que hace centro en el denominado ‘campo’ y en la ‘inseguridad’, las instituciones sólo sirven si ellos las dominan”.

La semana terminó fuerte aquí, antes de que la mandataria viajara a Chile para la reunión de presidentes progresistas en ese país