La ratificación, por mayoría de votos, de Óscar Guerra Ford al frente del Instituto de Acceso a la Información Pública del Distrito Federal (Infodf) en el pleno de la Asamblea Legislativa (ALDF), no sólo representó un serio revés para la corriente perredista Nueva Izquierda (NI), sino que desencadenó reclamos entre los diputados locales.

Por ejemplo, Jorge Romero, legislador del PAN, se acercó a su vicecoordinador, Jorge Triana, para reclamarle: ¿Qué somos? ¿Sus pinches títeres? Su enojo se debía a que, como grupo parlamentario, habían acordado hace algunos días apoyar a Salvador Guerrero para que presidiera ese organismo, pero ayer, repentinamente, les cambiaron la jugada. Tenían que votar por Guerra.

En su respuesta, Triana explicó: Sí, ya valió madres. Germán (Martínez) me lo pidió. Ya valió madres, dijo en referencia al sentido original de su voto, el cual coincidía con los de NI.

Inclusive, entre las curules se mencionaba que el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, había llegado a un acuerdo con el dirigente nacional del PAN para avalar a Guerra Ford a cambio de que la administración capitalina deje gobernar en paz a Pablo Reyes, quien asumió las riendas de la delegación Miguel Hidalgo en lugar de Gabriela Cuevas, quien contenderá por una diputación federal.

Ante la pérdida de quien consideraban su principal aliado en esa designación, Víctor Hugo Círigo, líder de NI, trató de reventar el quórum en la ALDF, al ver que la propuesta que traían ellos, la de Salvador Guerrero, había sido echada para atrás en la Comisión de Administración Pública local.

El primer intento lo encabezó Jorge Schiaffino, del PRI, quien se puso del lado de NI y, luego de que salieron los integrantes de esa corriente, pidió rectificar el quórum, pero falló. Lo siguió Daniel Salazar, de NI, y luego Laura Piña, pero también erraron.