Washington, 31 de marzo. Senadores estadunidenses plantearon este martes destinar 550 millones de dólares adicionales para incrementar el número de agentes federales y adquirir mayor tecnología en la frontera con México, con el objetivo de frenar el desborde de la violencia de los cárteles de la droga.

Los narcotraficantes mexicanos son un claro peligro actual para Estados Unidos y ese hecho nos lleva a proveer a nuestras agencias federales de la Ley de Fondos Adicionales, dijo el senador independiente Joseph Lieberman, promotor de la reforma presupuestaria.

Lieberman, presidente de la Comisión de Seguridad Interior del Senado, resaltó que los tentáculos de los cárteles mexicanos alcanzan ya a 230 ciudades de Estados Unidos.

A su vez, la republicana Susan Collins, otra de las promotoras del aumento del presupuesto para el resguardo fronterizo, dijo que, según el Departamento de Justicia, hace tres años los cárteles alcanzaban a 100 ciudades estadunidenses.

Ante el creciente temor del desborde de la violencia, el presidente Barack Obama anunció la semana pasada un plan para reforzar la frontera con el envío de más de 350 agentes federales.

En ese momento, el gobierno señaló que tiene presupuestados para sus planes en la frontera unos 700 millones de dólares dentro de la denominada Iniciativa Mérida, pero en fondos ya aprobados por el Congreso.

La secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, dijo que tenía que jugar con las cartas que le sirvieran. Esta reforma mejorará enormemente esas cartas e insto a mis colegas senadores a apoyarla, señaló Lieberman.

Al ser consultado sobre si la medida tendrá suficientes votos para ser aprobada, Lieberman aseguró que hay una preocupación extendida entre los legisladores por la situación en la frontera y espera que el Senado vote al respecto el miércoles.

Mil 600 agentes y 400 perros

El dinero presupuestado por la reforma incluye 260 millones de dólares para contratar y entrenar a mil 600 agentes y 400 perros para reforzar las inspecciones fronterizas.

Asimismo, prevé 180 millones de dólares destinados a financiar más de 500 investigadores que persigan el tráfico de armas y lavado de dinero.

Otros 20 millones servirán para mejorar las comunicaciones entre la Patrulla Fronteriza y autoridades migratorias, y una suma similar se usará para modernizar la tecnología de identificación de potenciales criminales cuando ingresen a Estados Unidos.