Dos años más es el tiempo previsto por la directora de la Fonoteca Nacional, Lidia Camacho, para que México cuente con el mapa completo de los diversos paisajes sonoros del país.

Tras mencionar que a la fecha se cuenta ya con los de cinco entidades, la funcionaria explicó que el propósito de esta iniciativa es registrar los sonidos más significativos de todos los estados de la República.

Para esa tarea, aclaró, se cuenta con la colaboración de las secretarías, institutos y consejos de cultura y estaciones de radio locales.

En entrevista con motivo de la clausura del Foro Mundial de Ecología Acústica: megalópolis sonoras, identidad cultural y sonidos en peligro de extinción, efectuada hace unos días en la sede de la Fonoteca Nacional, Lidia Camacho subrayó que el sonido, ciertas clases y tipos de éste forman parte también del patrimonio cultural, histórico y social de todo pueblo.

De allí la importancia de protegerlo, preservarlo y registrarlo, sostuvo, porque, como ocurre con otros bienes patrimoniales, existen varias especies de sonido en peligro de extinción.

Citó por ejemplo los sonidos emitidos por ciertos animales ya extintos o algunas de las lenguas indígenas de México que han desaparecido o se encuentran en peligro de desaparecer si no se ponen en marcha las medidas pertinentes.

Hay sonidos que están desapareciendo o han desaparecido y que forman parte de la identidad de un pueblo. Pensemos en las voces de muchos creadores o intelectuales que fallecieron sin haber grabado nunca su voz, o en los sonidos emitidos por pregoneros de distintos oficios, como el afilador o el ropavejero. Son parte de un paisaje sonoro que va desapareciendo.

Ecología acústica

Respecto del Foro Mundial de Ecología Acústica, Lidia Camacho resaltó que es la primera ocasión que el encuentro se realiza en un país de América Latina, región donde el término ecología acústica, agregó, resulta todavía muy novedoso y, por tanto, poco explorado.

El propósito fundamental del foro es crear conciencia sobre la importancia que tiene el sonido en nuestro medio ambiente. Es una iniciativa cuyo origen se remonta a finales de los años 90 y en ella se agrupan especialistas de muy diversas disciplinas con la finalidad de estudiar el sonido desde diferentes miradas, indicó.

Estamos hablando desde la transversalidad de diversas disciplinas, como la arquitectura, el diseño urbano, la salud, el medio ambiente, el arte sonoro, en fin, que se conjuntan para tratar de explicar qué significa el sonido en nuestra vida diaria y cómo puede impactar en ella, para bien o para mal.

Lidia Camacho precisa que si bien la misión sustantiva de la Fonoteca Nacional consiste en el acopio, la conservación y la preservación de nuestro patrimonio sonoro, con la organización del foro se ha buscado ampliar los fines de la instancia y consolidarla también en un centro destinado a la cultura del sonido.

Con esa idea y, sobre todo, con la preocupación de formar a una nueva generación de escuchas, nos hemos dado a la tarea de hacer diferentes materiales pedagógicos tanto para niños como para jóvenes, con el fin de que entiendan el mundo sonoro desde otra perspectiva, abunda.

Para nosotros fue muy importante la vinculación con el foro mundial, porque, al igual que nuestra tarea cotidiana, la misión de éste es reflexionar sobre los sonidos en peligro de extinción y la importancia de preservar los que son parte de nuestro patrimonio. Ésa es parte de la filosofía de la fonoteca: preservar los sonidos y reconocer en ellos un valor social, histórico y cultural.