Con sólo 15 empleados de mandos medios y superiores empezó a funcionar el Hospital Regional de Alta Especialidad de Ciudad Victoria, Tamaulipas. El día de la inauguración –el viernes pasado– no había sido contratado ningún médico ni enfermera.

De cualquier manera, con base en lo autorizado por la Secretaría de Hacienda, el nosocomio sólo contará con 75 empleados (entre éstos, ocho médicos y nueve enfermeras), de 616 que se requieren en total, revela información del gobierno legítimo de Andrés Manuel López Obrador, obtenida por medio del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI).

El análisis también señala que las condiciones del contrato firmado con Infraestructura Hospitalaria del Noreste, a la que pertenece el grupo Marhons, son desventajosas para el gobierno federal.

Cedió la propiedad durante 25 años

Bajo el esquema de proyectos de prestación de servicios, la empresa construye y mantiene la propiedad del inmueble durante 25 años, tiempo durante el cual recibirá un pago anual, el primero por 190 millones de pesos y a los subsecuentes se indexará el aumento por inflación. La suma cubre los gastos de la obra y los correspondientes a la operación de la nueva unidad médica. Sin embargo, la administración calderonista todavía tiene que cubrir el costo de la prestación de los servicios médicos, es decir, la contratación del personal y medicamentos, entre otros.

Esto significa –explicó Asa Cristina Laurell, secretaria de salud del gobierno legítimo– que sólo en el primer año, de las arcas públicas deberán salir 390 millones de pesos, de los que 190 millones son para cumplir el contrato firmado a 25 años, más el monto necesario para pagar la prestación de los servicios médicos, el cual calculó en 200 millones.

Respecto a la plantilla laboral, la especialista en temas de salud y seguridad social comentó que los datos proporcionados por el IFAI unos días antes de la inauguración del hospital de Ciudad Victoria indican que como organismo público descentralizado, depende de la Secretaría de Salud (Ssa) para su operación.

La Secretaría de Hacienda autorizó 75 plazas eventuales, de las cuales, 30 son de mandos superiores y medios (director general, directores de área y jefes de departamento), ocho médicos, 11 enfermeras, seis técnicos, un empleado de farmacia, un químico y 18 trabajadores administrativos.

No obstante, para el 24 de marzo, la Ssa apenas había contratado a 15 personas, todas con nivel de jefatura y dirección. La ceremonia de inauguración se realizó el viernes 27 de marzo con la presencia del presidente Felipe Calderón.

Sobre el tema, la Ssa aseguró que lo mencionado forma parte del proceso normal de funcionamiento de los hospitales de alta especialidad, los cuales se inauguran y progresivamente van creciendo en sus servicios.

La dependencia también señaló que una situación similar ocurre con el de El Bajío, inaugurado hace más de un año, que a la fecha todavía no opera al ciento por ciento de su capacidad.

Para Asa Cristina Laurell, se trata de una situación irregular, porque la empresa privada tiene garantizado su pago anual por la operación del nosocomio y el incremento correspondiente a la inflación. En cambio –dijo–, en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2009 no están previstos los recursos para el pago de salarios ni para la prestación de los servicios.

Ante la posibilidad de que dichos fondos pudieran obtenerse del dinero asignado al Seguro Popular, la funcionaria lopezobradorista explicó que en el caso de los hospitales de alta especialidad, sólo está previsto el pago de la atención médica de enfermedades que impliquen gastos catastróficos. Hasta ahora, sólo están incluidos el cáncer infantil, tumores malignos de mama y cérvico uterino, cuidados intensivos de los recién nacidos y cirugías de cataratas.

De acuerdo con el proyecto del nosocomio de Ciudad Victoria, ofrecerá servicios para 14 especialidades médicas, cuenta con 100 camas censables, 62 no censables, seis quirófanos y 35 consultorios.