Pappenheim’s death, de Hans Makart, será devuelto a los herederos del banquero Gutmann
Viernes 3 de abril de 2009, p. 4
Viena, 2 de abril. La ciudad de Viena ha sentado esta semana un precedente para la restitución de obras de arte expropiadas bajo el régimen nazi, al renunciar a una pieza que un banquero judío alemán se vio obligado a subastar en 1934.
El ayuntamiento decidió devolver la obra de arte a los herederos de Herbert Gutmann, a pesar de que la ley austriaca para la restitución de arte sólo cubre el periodo entre 1938, cuando Austria fue anexionada por la Alemania nazi, y 1945, cuando fue derrotado el Tercer Reich.
Se trataba de abolir el plazo de la actual ley de restitución a la vista de una obligación moral
, dijo Andreas Mailath-Pokorny, concejal de cultura de Viena.
Herbert Gutmann era un adinerado banquero judío, hijo de un cofundador del Dresdner Bank, Eugen Gutmann.
Obligado a dejar el mundo bancario después de que los nazis llegaron al poder en Alemania en 1933, vendió su colección de arte y otras posesiones y huyó al Reino Unido en 1936.
El Museo de Viena adquirió el cuadro Pappenheim’s death, de Hans Makart, de manos de un comerciante de arte danés en 1968, pero esta semana lo devolvió a los nietos de Gutmann.
Esperamos que las otras piezas que pertenecieron en el pasado a nuestro abuelo y que actualmente estamos rastreando sean devueltas pronto a la familia
, dijeron los herederos de Gutmann en un comunicado.
Precedente en Austria
El caso fija un precedente en Austria, que el año pasado dijo que quería endurecer las normas de restitución y pretende devolver las obras afectadas entre 1933, cuando Hitler tomó el poder por primera vez en Alemania, y 1945.
La iniciativa del gobierno se vio impulsada por las críticas de la comunidad judía austriaca por no hacerse lo suficiente para garantizar la restitución de obras de arte, y la ley será enmendada este año.
Propiedades pertenecientes a judíos fueron confiscadas como algo normal durante el régimen nazi en Alemania y países vecinos.
Miles de obras han sido devueltas a sus propietarios originales o sus herederos, en virtud de la ley austriaca, incluyendo cinco cuadros de Gustav Klimt.