Tras despedir a Benjamín Galindo el pasado lunes como técnico de Cruz Azul, ayer al mediodía fue presentado para ocupar el cargo de forma interina el uruguayo Robert Dante Siboldi, quien tendrá como prioridad evitar que el equipo termine en último lugar la temporada local y buscar el campeonato de la Concachampions.

El presidente del club celeste, Guillermo Álvarez Cuevas, hizo la presentación en las instalaciones de La Noria, y explicó que el nuevo timonel se seguirá haciendo cargo también del equipo filial Cruz Azul Hidalgo de la primera división A, metido en la liguilla por el ascenso.

La Máquina se encuentra en el último lugar de la tabla general y en el de su grupo, ante lo cual Álvarez comentó que no puede saberse si éste era o no el momento adecuado para el cambio de timonel –a falta de una jornada ante Jaguares el sábado para que termine la temporada regular y con la final de la Copa de Campeones Concacaf, aún sin definir la fecha–, pero fue una determinación que ya se venía pensando desde hace algunos partidos.

Destacó que la llegada del sudamericano deberá ser como una inyección de carácter y ánimo para todo el plantel, y agregó que no habrá sanciones para los jugadores que tienen contratos con sueldo base y otro porcentaje por objetivos, además de diversos incentivos por logros adicionales, varios de los cuales ya han perdido.

El presidente de la institución cementera aceptó que la presente temporada ha sido un fracaso, por lo que pidió paciencia a la afición y que tome en cuenta que siempre estamos con la mira puesta en el título, además de que los 12 años sin un campeonato no han sido tan malos, ya que han llegado a ocho liguillas consecutivas, han disputado semifinales y en dos torneos han sido subcampeones.

De paso negó que haya alguna diferencia con su hermano Alfredo en la administración del equipo.

Luego de afirmar que al término de los compromisos pendientes definirán quién dirigirá el equipo en el siguiente torneo, expuso que no ha habido ningún acercamiento con el técnico Daniel Guzmán.

Además, señaló que la actual situación que padece el club en la portería no abre el espacio para que necesariamente regrese Óscar Conejo Pérez.

Para cerrar su participación, Billy Álvarez dejó en claro que Cruz Azul está por la realización de temporadas largas, y externó su malestar por la situación que consideró injusta e insultante de que han sido objeto los clubes mexicanos Chivas y San Luis en la Copa Libertadores, luego del brote de influenza humana en el país, por lo que sugirió que la Federación Mexicana de Futbol tome el asunto en sus manos.

Nunca hemos satanizado, ni satirizamos las nacionalidades. Eso es una de las cosas que más molestan, expresó el dirigente, quien añadió que las determinaciones tomadas en el país, que van más allá de lo deportivo, deben obedecerse y en el resto del mundo deben entenderse así.

A su vez, el nuevo estratega, quien jugó como portero para los Cementeros en las temporadas 1992-93 y 1993-94, refirió que es un gran reto dirigir al primer equipo, y no descartó que cuando llegue el momento pueda quedarse en la dirección técnica, aunque por ahora desempeñará de la mejor forma posible su trabajo y seguirá haciéndose cargo, simultáneamente, del club filial de la división de ascenso, Cruz Azul Hidalgo.