Es muy probable que el nuevo virus de influenza A/H1N1 esté circulando desde hace varios años por América. Así lo han planteado los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Atlanta, Estados Unidos, en una hipótesis que parece no estar alejada de la realidad con la localización en México de un primer caso de la enfermedad el 11 de marzo y un deceso el 10 de abril.

Ambos hechos ocurrieron antes de que se declarara la emergencia sanitaria e incluso fueron previos al caso del niño de la comunidad La Gloria, en Perote, Veracruz, quien enfermó de influenza el 1º de abril, y de que se confirmara la presencia de la nueva cepa el pasado día 23.

En cuanto a la defunción del 10 de abril, también ocurrió antes de la muerte de una señora en Oaxaca el 13 de abril, la cual fue causada por el nuevo virus y hasta ayer era considerada la primera muerte de la epidemia.

El 11 de abril ocurrieron dos decesos más, mientras a partir del 11 de marzo existieron más de 20 casos de la gripe A/H1N1 antes del niño de Perote, de acuerdo con la gráfica presentada ayer por el titular de la Secretaría de Salud (Ssa), José Angel Córdova Villalobos.

Pablo Kuri Morales, asesor del secretario para el control de la epidemia de influenza, explicó que los hallazgos fueron posibles por la decisión de la Ssa de realizar una búsqueda retrospectiva en las muestras que de manera rutinaria almacena el Sistema de Vigilancia de Influenza (Sisveflu) durante la temporada invernal.

Los estudios que se realizan a esas muestras se limitan a determinar si el virus es tipo A o B, los cuales han estado circulando en el hemisferio norte. Los resultados se envían a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que determina el tipo de vacuna que deberá fabricarse para la próxima época de invierno.

A partir de la epidemia que se presentó en el país y la identificación del nuevo virus de la gripe A/H1N1, de origen porcino, se decidió someter a estudios de biología molecular las muestras guardadas, y en algunas se confirmó la presencia de la nueva cepa.

De ahí que la información presentada ayer por el secretario de Salud incluyera el reporte de varios casos confirmados a partir del 11 de marzo.

En la gráfica se observa el incremento en el número de enfermos a partir del 15 de abril, hasta llegar a un pico máximo el día 26, cuando habían transcurrido 48 horas del inicio de las medidas de aislamiento social.

Kuri Morales resaltó que habrá que esperar los resultados de la investigación que se realiza en los CDC, después de que hace dos días reconocieran la posibilidad de que la cepa A/H1N1 estuviera circulando desde hace varios años en Estados Unidos y sólo hasta ahora se le identificó claramente.

En México se continuarán revisando las muestras guardadas, hasta ubicar la fecha en que ya no se detecten casos positivos del nuevo virus.

En entrevista, el especialista ratificó que la alerta sanitaria se lanzó cuando se tuvo la sospecha de que los casos atípicos de neumonía podrían estar siendo causados por un nuevo virus, y la emergencia se decretó una vez que esto fue confirmado.

Latente, el riesgo de repunte de la influenza

Acerca de la reanudación de las actividades económicas y escolares en el país, comentó que aproximadamente entre el 4 y 5 de mayo se completó un periodo de incubación del virus (de cuatro o cinco días), lo que significa que si alguna persona lo contrajo ya pasó el lapso en que tendría que desarrollar los síntomas de la enfermedad y eventualmente ser un transmisor del padecimiento. Esto último se cortó con las acciones de suspensión de labores y de clases.

Lo anterior, aunado a la tendencia a la baja mostrada en el número de personas que llegan a los servicios médicos con síntomas de infecciones respiratorias, permitió a las autoridades decidir la reanudación de las actividades económicas este miércoles y, de manera progresiva, a partir del día 7, de las escolares.

Kuri Morales explicó que en los casos de los niños que asistem a guarderías y los alumnos de educación básica (primaria y secundaria), la decisión de que regresen a las aulas hasta el lunes 11 se debe, en parte, a que para entonces se habrá completado un segundo periodo de incubación del nuevo virus, con lo que el riesgo de transmisión se reduce aún más.

Hasta ahora no hay un repunte; sin embargo, subrayó, es un nuevo virus y su comportamiento es impredecible.