Arne Sorensen documenta en un libro que el emperador sucumbió por insuficiencia renal
El especialista ha dedicado 20 años al estudio de la vida y salud del gobernante francés
“Desde joven, Bonaparte sufría de una constricción crónica del canal urinario”, asegura
Jueves 7 de mayo de 2009, p. 7
Copenhague, 6 de mayo. Un médico jubilado danés, especialista del aparato renal, descartó el martes los mitos que rodean la muerte de Napoleón, como que murió envenenado con arsénico o de un cáncer de estómago, y aseguró que el emperador francés falleció de insuficiencia e intoxicación renal.
En un libro salido a la venta esta semana, Napoleons nyrer (Los riñones de Napoléon, ediciones Hovedland), Arne Sorensen afirma que Napoleón falleció de problemas renales y urinarios, que padeció durante años.
Infecciones crónicas
De forma paralela a su carrera profesional en el hospital de Aalborg, Sorensen, de 82 años, “un apasionado de la historia de Napoleón”, ha estudiado y analizado “durante 20 años su vida y salud, desde la infancia hasta su muerte”, manifestó el médico.
“Napoleón sufría desde joven de una constricción crónica del canal urinario, de infecciones crónicas de la vejiga, una enfermedad renal, una nefropatía obstructiva, que conllevaba complicaciones mortales”, aseguró.
“Tuvo problemas para orinar durante mucho tiempo, al punto de que un día dijo ‘esto será mi muerte”’, agregó Sorensen, quien basa su hipótesis en “análisis clínicos objetivos”.