La tripulación aumentará la potencia y prolongará 5 años el funcionamiento del telescopio
Será la última visita de mantenimiento, antes de que sea remplazado por el James Webb Space Telescope, en 2013
El aparato constituyó un hito en la visión y comprensión del universo
Sábado 9 de mayo de 2009, p. 2
Washington, 8 de mayo. La Nasa lanzará el lunes el transbordador Atlantis hacia Hubble, telescopio espacial que revolucionó la astronomía, en una misión compleja y de alto riesgo que busca multiplicar su potencia y prolongar su funcionamiento al menos cinco años.
Se trata de la quinta y última visita de mantenimiento, reparación y modernización del primer telescopio espacial, puesto en órbita en 1990.
“Si lo logramos, Hubble será más potente y fuerte que nunca y funcionará al menos hasta 2014”, explicó Ed Weiler, director de misiones científicas de la NASA.
Así, Hubble operará plenamente mientras espera la llegada, en 2013, de su sucesor, el James Webb Space Telescope, capaz de remontarse hasta el Big Bang, que marcó el nacimiento del universo, hace 13 mil 700 millones de años.
El lanzamiento del Atlantis, con siete astronautas a bordo, está previsto a las 14H01 locales (18H01 GMT) en el Centro Espacial Kennedy, cerca de Cabo Cañaveral, en Florida, para una misión de alrededor de 11 días.
La NASA dispone de sólo tres días para lanzar el transbordador, ya que entre el 13 y el 22 de mayo es imposible el despegue, porque se cruza con el calendario de la Fuerza Aérea.
Con precisión quirúrgica
En las cinco salidas orbitales previstas, de 6.5 a 7 horas cada una, la tripulación realizará múltiples tareas, algunas de las cuales requieren técnicas quirúrgicas, explicó Dave Leckrone, científico de la NASA.
Durante esta misión, prevista inicialmente para finales de 2008, los astronautas remplazarán los seis giroscopios de Hubble (aparatos de estabilización), las baterías y su protección térmica, así como su sistema informático de auxilio, e instalarán instrumentos para estimular su potencia: el espectómetro de los orígenes de los rayos cósmicos y una cámara con gran campo visual.
La potencia de observación y de descubrimientos de Hubble, con una inversión total de 10 mil millones de dólares en toda la duración del programa, se verá así multiplicada entre 10 y 70 veces.
Según Michael Luther, uno de los responsables de los programas científicos de la NASA, estos nuevos instrumentos permitirán a Hubble remontarse aún más en el tiempo, para acercarse en 600 a 500 millones de años al Big Bang, contra casi mil millones de años actualmente.
Además de la dificultad técnica de estas tareas, la NASA explica que la misión Hubble es más arriesgada que un vuelo hacia la Estación Espacial Internacional (EEI), debido al peligro de ser impactado por un micrometeorito o un desecho orbital.
La EEI navega en una órbita baja, a 350 kilómetros de altitud, mientras Hubble está a una altura de 563 km.
Ante los riesgos de que Atlantis sea dañado, alistaron un transbordador de emergencia, el Endeavour, en otra plataforma del Centro Kennedy, para una evetual misión de auxilio.
Revelaciones asombrosas
Hubble, por su capacidad de retroceder en el tiempo, revolucionó la visión y comprensión del universo.
Puesto en órbita el 25 de abril de 1990, por el transbordador Discovery, Hubble transmitió más de 750 mil imágenes espectaculares de los confines del cosmos, así como millones de datos, con lo que se abrió una nueva era en la astronomía.
Pero el telescopio, producto de una colaboración entre la NASA y la Agencia Espacial Europea, sufrió problemas en sus inicios y pudo funcionar satisfactoriamente tres años después de su puesta en órbita.
Su lente debió ser remplazado, debido a un defecto de concavidad. Esta delicada operación se efectuó en 1993 en la primera misión de mantenimiento.
Fue a partir de esa fecha que Hubble comenzó a transmitir imágenes sorprendentes de supernovas, gigantescas explosiones que marcan la muerte de una estrella, y la existencia de agujeros negros en el centro de casi todas las galaxias. Hasta entonces la ciencia sólo sospechaba de su existencia.
Gracias a estas observaciones, mucho más nítidas que las obtenidas por los más potentes telescopios terrestres, los astrónomos obtuvieron la confirmación de que la expansión del universo se acelera, y calcularon su edad en 13 mil 700 millones de años.
Esta aceleración resulta de una fuerza desconocida denominada la energía del vacío, que constituye 75 por ciento del universo y equilibra la fuerza de gravedad. El resto del cosmos está formado en 5 por ciento por materia visible y en 20 por ciento, aproximadamente, por materia oscura.