Ecatepec cuenta con un teatro público equipado para montar grandes espectáculos y a la vez ofrecer un espacio para obras modestas.

El Faro del Viento, Fábrica de Artes y Oficios de Ecatepec, proyecto de la Dirección de Cultura del gobierno municipal, consta de un ingenioso teatro bidireccional. Dos puertas monumentales hacen posible dos espacios: si están cerradas, el escenario mira hacia un foro con capacidad para 400 personas; en cambio, abiertas, dan a una plaza capaz de albergar a 5 mil personas (obra del arquitecto José Allard Contreras).

De esta manera, se tiene una estructura para actos masivos y a la vez un espacio íntimo, como para un monólogo, además de un lugar para realizar talleres.

El Faro es un foro escénico de segundo nivel para que puedan venir (propuestas artísticas) que, por ausencias técnicas o de infraestructura, no podían presentarse en Ecatepec, explicó Benjamín González, director de Cultura de Ecatepec y responsable del proyecto del Faro del Viento.

En 50 años, los gobiernos del municipio no invirtieron ni un peso en infraestructura cultural, dijo González. Mientras, el municipio pasó de tener una población de 120 mil personas a un millón 700 mil (es el más habitado del país).

Pero no sólo se trata de infraestructura, sino también de las propuestas artísticas y de la participación de la comunidad. Según González, “sentar las bases de un desarrollo cultural que merece y necesita la ciudad”.

El proyecto partió del modelo de las Fábricas de Artes y Oficios, en cuya creación González fue fundamental. De ese modelo surgió el Faro de Oriente, en Iztapalapa, proyecto cultural emblemático del Gobierno de la ciudad de México, del cual González fue director fundador.

Se trata de descentralizar el acceso a lugares de encuentro artístico, de crear espacios en lugares marginales o, por decirlo de alguna manera, conflictivos. Y se trata de que sea la comunidad local la que dé vida al lugar.

En el caso del Faro del Viento, primero se buscó que la explanada en la cual se encuentra fuera considerada por los vecinos como espacio público. Luego se creó la infraestructura y más adelante se pusieron en marcha los talleres.

El Faro del Viento no está vinculado con los otros espacios del tipo en la ciudad, digamos, de modo institucional (éstos dependen del Gobierno del Distrito Federal). Pero sí comparten el modelo y el espíritu, la preocupación de que debe continuar la creación de centros descentralizados, explicó González.

El Faro está situado en el corazón de un barrio, Los Álamos. Gracias a la realización de este proyecto, dijo González, se construyeron calles en la zona. Esta es una de las características que buscaba el modelo de los Faros: que a su alrededor se promueva el desarrollo urbano.

Se cumplirá con la ceremonia de inauguración el 15 y 23 de mayo, aunque ya se han llevado a cabo actividades como obras y talleres (entre ellos de intervención urbana). La intención era inaugurar cuando ya hubiera una comunidad participando, explicó el responsable del proyecto.

Para informes de las actividades de la inauguración consulte la página http://farodelviento.blogspot.com o llame al teléfono 5778-0734.