Ante la posibilidad de que se presenten casos sospechosos de influenza A/H1N1 en escuelas de educación básica de todo el país una vez que se reanuden las clases este 11 de mayo, la Secretaría de Educación Pública (SEP) analiza la posibilidad de establecer cercos sanitarios en los planteles donde se detecten riesgos, lo cual implicaría su cierre y aislamiento.

Fuentes de la dependencia  afirmaron que aún está por determinarse el número de casos que deberán presentarse para aplicar el cerco, pues se trata de una decisión que deberán asumir las autoridades educativas de cada entidad, pero la recomendación es que primero sea una determinación por consenso para después lanzar un mandato nacional.

Además, se diseñó un protocolo sanitario, bajo los lineamientos de la Secretaría de Salud (Ssa), para coordinar cualquier acción, lo cual incluye conocer la ubicación de los principales centros de salud cercanos a las escuelas, y fortalecer la coordinación entre supervisores escolares, jefes de sector y docentes con autoridades sanitarias. Asimismo, aplicar los llamados filtros familiar y escolar, con el fin de detectar cualquier posible contagio.

Entre otras acciones, indicaron, se ha convocado a asambleas de padres de familia para los días 8 y 9 de mayo, con el propósito de sensibilizarlos y explicar qué ocurrió durante la emergencia, ya que en el hogar se aplicará el primer filtro para evitar que se envíe a menores con síntomas de influenza.

La aplicación de un cerco sanitario, aseguraron, implicaría varias fases por recomendación de la propia Ssa. Entre ellas, aislar al grupo donde se detectó el supuesto caso hasta el cierre del plantel por un mínimo de siete días o hasta que así lo determinen los especialistas en salud pública, ya que no se quiere correr ningún riesgo innecesario.

Por lo que respecta a la decisión de diversos entidades, como Guerrero, Jalisco e Hidalgo, de aplazar el regreso a clases hasta el 18 de mayo, destacaron que cada estado ha reportado dónde pueden existir mayores factores de riesgo, lo que incluye casos como Chiapas y Michoacán, donde de manera regional se deberá resolver si en determinadas zonas habrá regreso a clases, en particular por la falta de agua potable.

Las autoridades educativas distribuirán entre los docentes un documento con sugerencias para tratar el tema de la influenza con los alumnos de educación básica, en el cual se les recomienda que durante la primera sesión de trabajo en el regreso a clases, por mínimo 20 minutos, se propicie la discusión y reflexión de lo que implicó la emergencia sanitaria.

En cuanto al calendario escolar, afirmaron que será hasta la siguiente semana cuando podría darse a conocer la decisión oficial en torno a los ajustes, pues ahorita la prioridad es el regreso a clases y una vez superado se deberán tomar las decisiones, aunque enfatizaron que se analizan dos propuestas: o ampliamos el horario de clases o incrementamos los días que se deberá acudir a la escuela.

Por la tarde fueron convocados los integrantes de la comisión rectora SEP-SNTE para analizar los avances de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) a casi un año de su firma, y determinar las tareas de urgente revisión en cada entidad para que no vuelvan a presentarse malas interpretaciones con las cifras, afirmó Silvia Luna, miembro del citado organismo y del gremio magisterial.

Agregó que en el encuentro privado que se realizó en las oficinas de la SEP se tocaron temas vinculados a la infraestructura escolar y la salud de los alumnos. Destacó que pese a la petición del SNTE de establecer políticas de Estado para atender estas demandas, con el regreso a clases este 11 de mayo hay entidades como Chiapas que están reportando que en 7 mil escuelas es imposible abastecerlas de agua, por lo que en estos planteles no puede haber regreso a clases, a lo que se suman varias entidades de la República que están reportando que no podrán volver a las aulas.