La Paz, 11 de mayo. El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró hoy que las fuerzas armadas carecen de información clasificada sobre los muertos y desparecidos de las dictaduras militares, ante el reclamo de dos bolivianas y una chilena que cumplen hoy siete días en huelga de hambre para presionar sobre la búsqueda del paradero de sus familiares.

Morales aseveró que la semana pasada habló con el mando militar y no hay nada que desclasificar en las fuerzas armadas, e indicó que esa información la conoce la no gubernamental Asamblea Permanente de Derechos Humanos.

Oportunamente se comunicó mediante el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales (Sacha Llorenti) este tema sobre supuestos documentos ocultos que hubiera en las fuerzas armadas, dijo el mandatario en rueda de prensa con corresponsales de medios extranjeros.

Las ayunantes son Olga Flores, boliviana, que reclama la devolución de los restos de su hermano Carlos, asesinado en 1980 junto al líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz durante el golpe militar de Luis García Meza. Los restos de ambos fueron desaparecidos en el Estado Mayor.

La también boliviana Hortensia Gutiérrez de Flores demanda la investigación y el cumplimiento de la ley número 2460 de reparación a las víctimas de las dictaduras, por la desaparición, en 1968, de su esposo Rodolfo Flores Sanmillán en un campo de concentración en Paraguay, durante la dictadura de René Barrientos.

La chilena Marta Montiel reclama los restos de su padre, el también chileno Sergio Pabo Tirso Montiel Martínez, integrante de la guerrilla de Teoponte, sucesora de la guerrilla del Che Guevara, muerto en Bolivia en 1967.

Las tres mujeres, que comenzaron ya a sentir problemas en su salud, analizan la respuesta de Morales a sus demandas, si bien mantienen el ayuno.

También analizan un proyecto de minuta de comunicación aprobado por la Comisión de Gobierno y Defensa del Senado para que la Cámara Alta recomiende a los ministerios de Defensa, Gobierno y Justicia la elaboración del instrumento legal que corresponda para permitir la desclasificación de los documentos secretos que guardan datos de las dictaduras. Recomienda asimismo que la Cancillería solicite a la embajada de Estados Unidos los archivos de las dictaduras.

En otro orden, Evo Morales afirmó que el asilo otorgado por Perú al ex ministro de Desarrollo Económico, Jorge Torres Oblea, acusado de delitos de lesa humanidad por la muerte de 60 civiles en una rebelión popular en octubre de 2003, durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, constituye una abierta provocación a Bolivia.

Dijo que Lima debería revisar su medida y expulsar a los delincuentes que se escaparon a Perú, en referencia Torres y a otros dos ex ministros que también gestionan refugio en ese país, y que iban a ser juzgados esta semana por el mismo caso.

En Lima, el vicepresidente peruano, Luis Giamperi, calificó de interferencia inaceptable “las críticas de Morales porque nadie puede decirle a ningún país del mundo a quién debe o no asilar.