inalmente la Secretaría de Salud (Ssa) ha hecho públicos de manera correcta los datos sobre el número de casos de la nueva influenza humana A/H1N1. A partir del 6 de mayo ha incluido en su página de Internet las gráficas del comportamiento de la enfermedad (57 días después de haberse presentado el primer caso). Algunos organismos internacionales, como los Centros de Control y Diagnóstico de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), han dado a conocer en sus publicaciones recientes datos correspondientes a México, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) informa sobre las cifras que el gobierno aporta para la elaboración de sus reportes diarios. Con esta información podemos responder a la pregunta que da título a este artículo.
El mundo: de acuerdo con la OMS, a escala mundial la epidemia avanza, tanto por los casos totales confirmados como por el número de países involucrados y la cifra de muertes. El mayor número de casos confirmados (se trata en este caso de datos acumulados) proviene actualmente de Estados Unidos (2 mil 600) y México ocupa el segundo lugar (con 2 mil 59); sin embargo, las muertes hasta ayer llegaron a 61, de las cuales 92 por ciento corresponden a la República mexicana. En otras palabras, mientras la epidemia crece a escala global, nosotros seguimos aportando los muertos.
México: el número de casos se ha reducido. En la curva que muestra la evolución de los casos confirmados en el tiempo, que por fin se ha hecho pública, pueden identificarse tres fases: primero, una etapa muy lenta de ascenso, que ocurrió desde la aparición del primer caso, el 11 de marzo, hasta el 12 de abril, lapso en el que se acumularon 59 casos. La segunda fase, de crecimiento rápido, se dio del 8 al 26 de abril, en la que se pasó de ocho a 209 casos confirmados. Luego se observa un descenso muy rápido, en el que las cifras caen vertiginosamente, casi a cero, con un solo caso confirmado el 5 de mayo (día en que el licenciado Calderón se declaró salvador de la humanidad). No existe una meseta o fase de estabilización. En conclusión, la curva sí muestra, en su tercera fase, un marcado descenso en el número de casos, lo que indicaría que los contagios se redujeron en nuestro país de manera importante.
El experimento: es muy difícil saber si la reducción del número de casos confirmados en nuestro país se debió a las medidas de emergencia adoptadas el 23 de abril, con la difusión de diversas acciones de prevención y, en especial, el cierre de escuelas y la limitación de algunas actividades económicas. Hay que tener claro que buscar una relación causa-efecto entre estas medidas y la reducción de los casos confirmados es algo hipotético, pues en otras naciones en las que también se observa hoy una disminución en el número de casos confirmados, como Estados Unidos, no se adoptaron medidas análogas.
Como sea, en tierra mexicana se realiza un experimento. La normalización de las actividades en los centros educativos y económicos permitirá responder a la pregunta sobre el efecto positivo de las medidas de emergencia adoptadas. Si el número de casos se incrementa en los próximos días, sabremos que fueron necesarias, y tendríamos que volver a ellas. Si no, habría lugar para pensar incluso que el descenso de la curva es el resultado del curso natural que tiene hasta ahora la enfermedad, al margen de las medidas adoptadas.
Aquí yo quiero hacer una aclaración: el experimento al que me refiero no es algo planeado deliberadamente, en el que alguien esté tratando de utilizarnos como conejillos de Indias, sino algo involuntario, pues tarde o temprano habría que retornar a la normalización de las actividades económicas y educativas en el país, pero este movimiento constituye en sí mismo un experimento. Los datos de la Ssa llegan hasta el 7 de mayo, por lo que los resultados esperamos conocerlos en los próximos días.
¿Dónde estamos? Ingresamos a una etapa en la que los ciudadanos ya contamos con información ordenada, cosa que, hay que decirlo, no ocurrió en el momento más álgido de la epidemia. Algo cambió en este terreno y es muy positivo. El número de casos confirmados por el virus A/H1N1 en nuestro país se ha reducido. Se han reactivado las actividades económicas y educativas. No obstante, en días recientes se han presentado nuevos casos y muertes que no han sido incluidos aún en los informes oficiales, pero que han llevado a diferentes entidades federativas a mantener las medidas de emergencia.
Esta semana será crucial para entender el curso que tomará la epidemia en el futuro.