Viernes 15 de mayo de 2009, p. 34
Contrario a lo que dijo el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, de que lo peor de la crisis ya pasó
, el sector industrial afirmó que lo más difícil está por venir, toda vez que se prevé una caída de la economía de hasta 5.3 por ciento y no se observa una recuperación antes de 2010.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Miguel Marón Manzur, informó que en lo que va de 2009 se anularon más de 130 mil plazas tan sólo en el sector y se prevé cerrar el año con una pérdida de 420 mil, sumadas a las más de 423 mil que ya se suspendieron en un año en la industria manufacturera.
Por separado, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Armando Paredes Arroyo, dijo que el que haya mejoría en algunos de los indicadores, éstos todavía son negativos y hasta que no se vea una tendencia en la mejora durante los siguientes meses, no podemos decir que ya pasó lo peor
. Agregó que la epidemia por influenza afectó más el escenario económico y tendrá un impacto de 0.5 por ciento sobre el producto interno bruto (PIB), adicional a la contracción que ya se tenía prevista.
Necesario que fluyan los recursos
Respecto de los apoyos del gobierno, señaló que ha habido anuncios que son pertinentes y ayudan dentro de la coyuntura, pero en el caso de los programas anticíclicos, como el apoyo por paros técnicos, persisten los problemas de operación y no fluyen los recursos a la velocidad que se requiere.
No obstante, dijo, el programa requiere ampliarse a otros sectores, como el turístico, y focalizarlo a las entidades más afectadas –Distrito Federal, estado de México y Quintana Roo–, donde será inevitable el recorte de personal.
En cuanto a la industria, Marón Manzur explicó en conferencia de prensa que la producción cayó 13.2 por ciento, en el caso de las manufactureras descendió 16 por ciento y las exportaciones 28.6 por ciento.
Señaló que el aparato productivo nacional –que aporta la cuarta parte del PIB– requiere un apoyo inmediato, pues padece disminución de ventas, falta de liquidez y trabaja a medias
, toda vez que 40 por ciento de las empresas sólo utiliza entre 30 y 60 por ciento de su capacidad instalada. El rubro más afectado, apuntó, es el automotriz, que tiene un caída de 38 por ciento en ventas y 46 por ciento en producción.
Apremió al Ejecutivo y al Legislativo echar en marcha una reforma industrial integral, que permita mantener en operación a las empresas, conservar y recuperar las fuentes de trabajo.
Pidió convertir en política pública el combate a la piratería, contrabando y competencia desleal e incorporar el comercio informal a la base fiscal.