Moscú, 15 de mayo. La víspera de cumplirse apenas un mes desde que el Kremlin derogó en Chechenia el régimen de operación antiterrorista, un atentado suicida ocurrido hoy en Grozny, la capital chechena, volvió a poner en entredicho la normalización en esa república norcaucásica.

Un hombre, en el interior de un auto, detonó los explosivos que llevaba adheridos, justo frente al puesto de seguridad que da acceso al estacionamiento del Ministerio del Interior de Chechenia, causando cuatro muertos –dos policías, el conductor y el suicida– y al menos cinco heridos de gravedad.

Así lo confirmó el titular de esa cartera, Ruslan Aljanov, quien identificó al atacante como Beslan Chabiyev, de 41 años, originario de Slepotskoye, en la vecina Ingushetia, y miembro del grupo armado de Doku Umarov, líder de los separatistas chechenos.

El gobernante checheno, Ramzan Kadyrov, atribuyó el atentado a seguidores del wahabismo, corriente fundamentalista del Islam, y dijo que éstos no quieren aceptar que en Chechenia no hay sitio para el extremismo religioso.

Con el beneplácito de los jerarcas musulmanes chechenos, que maldijeron en las mezquitas a los responsables del ataque, Kadyrov prometió ser implacable con los bandidos que ocasionan dolor al pueblo y están dispuestos a morir por sus equivocadas ideas.

A partir del 16 de abril pasado, fecha en que se suprimieron algunas de las restricciones del estado de excepción impuesto en Chechenia en los últimos 10 años, la guerrilla separatista llevó a cabo otros ataques y emboscadas.

Hasta donde es posible saber, en medio del hermetismo oficial que rodea cualquier hecho susceptible de cuestionar la normalización en Chechenia, el mismo día que se puso fin a la operación antiterrorista hubo combates en la región de Shatoi entre separatistas y fuerzas federales.

Cuatro días después, el 20 de abril, se restableció el estado de excepción en Itum-Kalin y Vedeno. El 22 de ese mismo mes fue tiroteado un vehículo del ejército ruso: murieron tres militares y los agresores se llevaron sus armas.

El primero de mayo murió un policía en una emboscada en Nozhai-Yurt. El 3 de ese mes se produjo una balacera cerca de Grozny, en la cual murieron dos combatientes. Un día más tarde, la guerrilla respondió con una emboscada en Achjoi-Martan: murieron un policía y tres resultaron heridos.

El 8 de mayo, en el suroeste de Chechenia, fue abatido a tiros un combatiente. El martes anterior, en Vedeno, explotó una bomba al paso de un auto de la policía, matando a sus tres ocupantes.

No obstante, Kadyrov sostiene que en Chechenia la situación está bajo su pleno control.