Años después de haberse servido de los organismos electorales y del gobierno federal para apuntalar a sus abanderados en las contiendas electorales, los priístas sufren hoy en carne propia el uso en su contra de los mismos mecanismos que los perpetuaron en el poder por más de 70 años, por lo que esperan un cambio de estrategia de campaña que le permita al tricolor responder de manera inteligente, pero firme, a los señalamientos de sus adversarios.

A unas semanas de haberse iniciado las campañas para renovar la Cámara de Diputados, seis gubernaturas, alcaldías y congresos locales, la dirigencia del PRI ha tenido que denunciar sistemáticamente la falta de equidad en la transmisión de promocionales en diversos estados del país, la realización de actos anticipados de campaña, el uso indebido de la crisis sanitaria para beneficio electoral, así como la campaña sucia en su contra que viene utilizando el PAN como estrategia de posicionamiento.

Si bien el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó al Consejo General del IFE sancionar al PAN por realizar actos anticipados de campaña y declaró ilegal la estrategia de campaña denigratoria en contra del PRI, en este caso por las publicaciones que el blanquiazul llama Sopa de letras, la preocupación en el tricolor se hace cada día más evidente, al mantenerse sin modificaciones el plan electoral trazado meses atrás, a pesar de los embates panistas.

Legisladores priístas, tanto de la Cámara de Diputados como del Senado, consideran que su dirigencia debe asumir una “actitud proactiva” y no contentarse con reaccionar tardíamente y sólo a través de discursos que pronuncia su presidenta, Beatriz Paredes Rangel, en los diversos estados que visita, pero que carecen de la difusión de la que sí gozan las estrategias panistas.

Mencionan que es insuficiente que el IFE sancione al PAN por realizar actos anticipados de campaña o que el TEPJF dictamine que publicaciones como la llamada Sopa de letras son ilegales y además no contribuyen en nada al debate serio, pacífico e informado que merecen los ciudadanos, pues el daño que ambas acciones provocaron al tricolor no se resuelve con una sanción.

Dichas sanciones, insisten los legisladores priístas, no inhiben al PAN de realizar campañas donde se impongan las descalificaciones a personas o partidos, menos aún en las que se denigra al adversario electoral, como hace cada semana el dirigente nacional del blanquiazul, Germán Martínez.

No basta, advierten, con que Beatriz Paredes afirme que la experiencia y capacidad para gobernar de los cuadros políticos del PRI es lo que le ha permitido al partido recuperar posiciones políticas en todo el país y con lo que se alcanzará la mayoría en el Congreso de la Unión en las elecciones del 5 de julio, como hizo recientemente en Tabasco, ni que diga que el pueblo le brindó una oportunidad a otros partidos y éstos no han sabido aprovecharla, pues una campaña más agresiva, como la que lleva a cabo el PAN, tendrá un impacto en el electorado, sostienen.

Un hecho claro, apuntan, es que en el caso de Sonora hay la sensación de que el IFE favorece al PAN en la elección para la gubernatura, 21 diputaciones locales, 72 alcaldías y siete diputaciones federales.