El anuncio de que no habría visita familiar desató la protesta, que derivó en motín
En el Reclusorio Sur, inconformes quemaron dos casetas de vigilancia, varios colchones y basura
Hay 18 lesionados: CDHDF; autoridad niega versión
Refriega dura más de 3 horas
Miércoles 20 de mayo de 2009, p. 38
La suspensión de la visita familiar en los reclusorios de la ciudad de México, a consecuencia de la alerta sanitaria por el virus de influenza A/H1N1, provocó nuevas protestas de internos.
Esta vez fue en el Reclusorio Sur, donde la inconformidad de los reos, que quemaron dos casetas de vigilancia de los custodios, colchones y basura, dejó saldo de 18 personas lesionadas, según la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, dos de las cuales tuvieron que ser trasladadas al hospital de Xoco, luego de que el grupo antimotines Tiburón intervino con violencia para controlar la situación.
Poco antes de las nueve de la mañana, al menos 100 presos de los dormitorios 5, 6 y 7 protestaron luego de que se les informó que no habría visita familiar, y que ésta se llevaría a cabo hoy, toda vez que se realizarían labores de limpieza en el reclusorio, como parte de las medidas de emergencia sanitaria.
Molestos porque todavía ayer se les dijo que sí habría acceso a familiares, los internos salieron al patio para quemar colchones y basura, además de dos casetas de vigilancia, en demanda de que se regularizaran las visitas, lo que motivó el ingreso del Grupo Táctico Tiburón –fuerza de elite del Sistema Penitenciario del Distrito Federal– para tomar el control de la situación.
Ayer nos dijeron que sí iba haber visita, pero hoy a la mera hora nos dicen que no
, explicó uno de los reclusos, que pidió el anonimato, y agregó que lo sucedido fue consecuencia del descontento de los internos con la dirección del penal, pues no hay luz, falta agua, y por el desalojo del dormitorio 9 sin explicación alguna, entre otras irregularidades.
Con gas lacrimógeno y perros de ataque los policías ingresaron en el penal y golpearon a los inconformes, además de que los desnudaron y los pusieron en el suelo o contra la pared, para después enviarlos a sus dormitorios.
La protesta duró poco más de tres horas, tiempo durante el cual se permitió el acceso al reclusorio a grupos de familiares, quienes se quejaron de no poder observar con claridad lo que sucedía adentro y sólo pudieron ver la estela dejada por el gas lacrimógeno.
Por su parte, aunque reconoció que en el repliegue de los inconformes se utilizó gas lacrimógeno, Miguel Rivera Villa, director jurídico y de derechos humanos del sistema penitenciario capitalino, negó que hubiera reos lesionados, e incluso dejó entrever que habría castigo para quienes participaron en los disturbios: “lo que sigue ahora es que se reúna el órgano colegiado, que es el Consejo Interdisciplinario, y que por medio de los videos –tomados por las cámaras del reclusorio– se analice quiénes propiciaron estos hechos y vengan las sanciones”.
Sin embargo, la segunda visitadora de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Patricia Colchero, señaló que en la refriega resultaron lesionados 18 internos, de los cuales dos tuvieron que ser hospitalizados, mientras que el resto fue atendido en la enfermería.
Al señalar que hubo reclusos que no fueron informados sobre las disposiciones en torno a la visita familiar, la funcionaria de la CDHDF explicó que los heridos graves fueron trasladados al hospital de Xoco, uno con un golpe en un ojo que en ese momento le impedía ver
, y otro que perdió parte de un dedo.
Colchero señaló que estos disturbios son un gran riesgo que se podría evitar si hubiera la información a tiempo, porque la gente entiende perfectamente las medidas sanitarias
, pero es necesario también, agregó, que se provea a la población penitenciaria de alimentos y medicamentos suficientes.
Afuera del penal, al menos 400 granaderos formaron un cerco de seguridad ante las protestas de decenas de familiares que exigían saber lo que ocurría en el interior del reclusorio y ver a sus internos. Ellos necesitan comer, están esperanzados en que nosotros les llevemos el alimento
, explicó uno de los familiares, que pidió el anonimato, quienes aseguraron que no fueron informados de la suspensión de la visita.
Fue hasta poco antes de la una de la tarde que la situación en el Reclusorio Sur fue controlada. En tanto, en el Oriente un grupo de poco más de 20 familiares de internos realizó una protesta, ya que, aseguraron, no se les informó de la suspensión de las visitas. Con ésta suman cinco las protestas por la falta de visitas ocurridas en los reclusorios Oriente, Norte, Sur y el penal femenil de Santa Martha.
Al respecto, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, Manuel Mondragón y Kalb, dijo que la suspensión de la visita se debió a que desde ayer se realizaría limpieza sanitaria en todos centros de reclusión a cargo de la administración local, por instrucciones del jefe de Gobierno, Marcelo Ebrad
, para prevenir el brote del virus dentro de los penales de la capital.
Con información de CAG