La reanudación de los foros para contrastar las propuestas electorales partidistas se transformó en un juicio de la oposición al gobierno federal, al descalificar el manejo económico del país y censurar su actuación ante la crisis y el desastre al que lo ha conducido el PAN.

En cambio, para el panista Luis Enrique Mercado, después de 30 años de devaluaciones e inflaciones, de pérdida de poder adquisitivo, por primera vez la economía se estabilizó y los salarios mantuvieron su poder adquisitivo.

El priísta Francisco Rojas deploró que la administración panista haya dejado problemas de gobernabilidad y de seguridad, una economía estancada y una política social con fuerte deterioro en materia de educación.

Rojas intentó hacer un comparativo entre los logros de los gobiernos priístas en materia de crecimiento económico y fuentes laborales, por ejemplo, con la pérdida de 598 mil empleos hasta marzo pasado, y planteó, entre otras cosas, la oposición priísta a la aplicación del impuesto al valor agregado (IVA) en medicinas y alimentos.

Durante la celebración del foro sobre Economía y empleo, organizado por el Instituto Federal Electoral (IFE), el perredista Jesús Zambrano descalificó las gestiones de PRI y PAN, pues si el tricolor dejó un desastre económico, el PAN ha sido incapaz de enfrentar la crisis y superar el círculo vicioso entre recesión, despidos, menos capacidad adquisitiva del salario y, por tanto, cierres de empresas.

Las críticas a la política económica del PAN fueron casi unánimes. En representación del PT, Mario di Costanzo censuró el apoyo que han recibido los monopolios privados, que quitan competitividad a la economía; la ausencia de una reforma fiscal justa y equitativa; la porosidad que tiene el sistema tributario del país y la carencia de políticas que realmente reactiven la generación de empleo.

Todavía más crítico, el representante del PSD, Miguel González Compeán, afirmó que las medidas draconianas (en la economía) se han convertido en la repartición de concesiones y el acomodo de intereses al gusto del poder, pero sin ninguna visión estratégica de largo plazo.

En su oportunidad, el representante de Convergencia, Dante Delgado, sostuvo que el modelo económico aplicado en México está agotado y, por tanto, ha propiciado la especulación y el favoritismo en algunos ámbitos.

La crisis económica agudizó la pérdida del empleo, la devaluación del peso y el incremento de precios de productos de la canasta básica, aseveró.

A pesar de las críticas, el panista mantuvo la estrategia de no engancharse con ninguna descalificación y de lanzar promesas de campaña. Habló de subsidios focalizados, de alentar la competencia y de reformar la ley del trabajo, entre otros puntos, e insistió en que el PAN ha demostrado que puede manejar la economía sin crisis recurrentes, mantener el rumbo económico y hacer frente a las crisis, porque cuenta con la decisión, el conocimiento y los mecanismos para ello.

Zambrano atacó por igual a PRI y PAN. En el primer caso criticó que el priísmo lanzara una vez más nuevas promesas de campaña en materia económica que nunca hizo cuando estuvo en el gobierno. Acusó a ambos partidos de manejar un doble discurso y lanzó un cuestionamiento al panista: ¿Por qué si el modelo sirve, como él dice, estamos tan mal? ¿por qué, si vamos bien, estamos tan mal?

Ése fue el tenor de los debates organizados por el IFE, que se reanudaron ayer después de que se interrumpieron por la emergencia sanitaria.