El coordinador del Frente Amplio Progresista, Porfirio Muñoz Ledo, y la dirigencia del Partido del Trabajo sostuvieron que existe un deliberado interés de las casas encuestadoras por encauzar desde ahora el voto, como lo hicieron en 2006 para justificar el supuesto triunfo de Felipe Calderón, aunque los responsables de dichas empresas habían admitido que no había posibilidad alguna de que éste ganara.

En conferencia de prensa rechazaron, por tanto, que PT y Convergencia tengan, como lo aseguraron esas casas encuestadoras, sólo 2 por ciento de la intención del voto en el proceso para renovar la Cámara de Diputados. Destacaron que sus propias mediciones los ubican alrededor de 8 por ciento y con una clara tendencia positiva.

Insistieron en que las mediciones de las casas encuestadoras no corresponden con la respuesta que los candidatos de estos partidos, apoyados por Andrés Manuel López Obrador, han recibido por parte de la sociedad en general. Por lo que, subrayaron, es evidente la intencionalidad de hacer crecer artificialmente a algunos partidos y tratar de inducir en la opinión pública la idea de que PT y Convergencia se han estancado.