Inundaciones catastróficas en ciudades de EU, estima experto de la Universidad de Bristol
La rotación del planeta también se alteraría y los niveles del mar se elevarían más en el hemisferio norte que en el sur, donde la masa de hielo se encuentra actualmente, según el científico
Jueves 21 de mayo de 2009, p. 2
El derretimiento de una de las capas de hielo más grandes del planeta podría alterar el campo gravitacional e incluso la rotación de la Tierra en el espacio, de tal manera que en algunas costas los niveles del mar se elevarían más rápido que el promedio global, afirma un científico.
El aumento en los niveles del mar sería mayor en las costas occidental y oriental de Norteamérica, donde elevaciones mayores de 25 por ciento del promedio global causarían inundaciones catastróficas en ciudades como Nueva York, Washington y San Francisco.
Un estudio sobre la forma en que la Gran Placa de Hielo Antártica Occidental podría responder al calentamiento global ha descubierto que su desintegración cambiaría el foco del campo gravitacional del planeta, de modo que los niveles del mar se elevarían en forma desproporcionada alrededor de Norteamérica, más que en otras partes del mundo.
Si la capa de hielo que cubre el oeste de la Antártida desaparece, la pérdida de tanta masa del hemisferio sur haría que el tirón de la gravedad se volviera más fuerte en el hemisferio norte, lo cual afectaría el giro de la Tierra y haría que los niveles del mar se elevaran más que en el sur, donde la masa de hielo se encuentra actualmente.
Sin embargo, este estudio indica que el nivel del mar promedio del planeta no se elevaría tanto a consecuencia del derretimiento de la capa de hielo en el océano como se ha vaticinado en otras investigaciones.
Esto se debe a que partes de la capa de hielo son más estables de lo que se creía, por lo cual probablemente no se deslizarían hacia el océano, ni siquiera si el planeta se vuelve más caliente a causa de las emisiones artificiales de gases de invernadero.
Con frecuencia a la Placa de Hielo Antártica Occidental –una de las más grandes del mundo– se le llama el gigante dormido
porque se cree que es inherentemente inestable, dado que gran parte de su base se apoya en roca situada bajo el nivel del mar. Se cree que esto la hace vulnerable al derretimiento y a la desintegración relativamente rápida, señala el profesor Jonathan Bamber, de la Universidad de Bristol. La capa occidental es la única que tiene una configuración así de inestable, a diferencia de otras capas de hielo importantes, como la Placa Antártica Oriental y Groenlandia
, añade.
Probabilidades e implicaciones
Hay un cuerpo considerable de investigación sobre la probabilidad de que una capa de hielo se desintegre y las implicaciones que ello tendría para el planeta. Pero todos estos estudios han dado por sentada una elevación de cinco o seis metros en el nivel del mar. Nuestros cálculos muestran que esas estimaciones son demasiado grandes, incluso en una escala de mil años
, sostiene el investigador.
Según su estudio, publicado en la revista Science, un cálculo más aproximado a la realidad es que la capa de hielo al derretirse elevaría en 3.3 metros el nivel promedio del mar.
Sin embargo, no se sabe con qué velocidad desaparecería la capa de hielo si las temperaturas globales continúan aumentando, aunque muchos científicos creen que tardaría por lo menos entre 500 y mil años.
“Lo interesante –observa Bamber– es que la pauta de elevación del nivel del mar es independiente de la velocidad con que la capa de hielo se derrita. Aun si se elevara sólo un metro en muchos años, los niveles del mar en las costas de Norteamérica subirían 25 por ciento más que el promedio global.” Con menos masa en el Polo Sur, y más agua en los océanos, el campo gravitacional de la Tierra se debilitaría en el hemisferio sur y se fortalecería en el hemisferio norte, por lo que el agua se acumularía en los océanos del norte, advierte el científico. Esta redistribución de masas también afectaría la rotación de la Tierra, la cual a su vez causaría que se acumulara el agua en Norteamérica y en el océano Índico.
© The Independent
Traduccióón: Jorge Anaya