París/Montecarlo, 20 de mayo. Ferrari cosechó una derrota en su lucha contra la Federación Internacional del Automóvil (FIA) por el nuevo reglamento para la temporada 2010 de la Fórmula Uno, que sigue bajo la amenaza de la escisión y de la creación de un campeonato paralelo.

Un tribunal de París rechazó el recurso de urgencia que la escudería pedía para dejar sin efecto de manera inmediata el reglamento que la FIA aprobó el pasado 29 de abril.

Ferrari apelaba a su derecho a veto cuando la FIA realiza modificaciones del reglamento. No hay riesgo de un daño inmediato que deba ser impedido ni problemas jurídicos, explicó en su razonamiento el juez Jacques Gondrand de Robert.

La escudería italiana pretende eliminar el tope de 60 millones de dólares de presupuesto para 2010 y las ventajas técnicas que recibirán los equipos que se atengan a esa cifra.

La FIA considera la medida necesaria para recortar gastos, tendencia que ya comenzó en la presente temporada, para facilitar la entrada de más equipos.

Ferrari, Renault, Toyota, Red Bull y Toro Rosso amenazaron a la FIA con abandonar la F-1 si no atiende sus peticiones de que el límite se eleve y noo haya reglamentos diferentes que favorezcan técnicamente sólo a quienes se sujeten al tope.

Y Ferrari reforzó hoy su posición: Si no es posible alcanzar un acuerdo, no participaremos en una competición que vería desvirtuadas las características que han hecho de la F-1 la serie deportiva más importante.

Los bólidos rojos están presentes en la F-1 desde sus inicios, en 1950. En esta situación, Ferrari continuará compitiendo en carreras de un calibre digno de la marca, manteniendo sus niveles de innovación e investigación tecnológica.

La FIA, los equipos y nuestros socios comerciales continuarán el trabajo para asegurar el bien de la F-1 en 2010 y en adelante, dijo Max Mosley, presidente del organismo.

La pregunta ¿puede dejar de de existir la F-1? circuló hoy en Montecarlo, donde los equipos se preparan para el GP de Mónaco, y la respuesta mayoritaria fue sí.