Sin un acuerdo sobre la situación académica de los ocho estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco de la UNAM que fueron expulsados el pasado 13 de mayo, autoridades de la institución, alumnos, profesores y padres de familia cerraron la reunión plenaria en la que se abordó el tema. Aunque acordaron reunirse el próximo lunes para continuar la negociación.

Durante casi 11 horas las discusiones se estancaron en un punto central: mientras los representantes de la UNAM, encabezados por el director general del CCH, Rito Terán Olguín y del plantel, Andrés Hernández López, propusieron que la expulsión provisional se conmutara por una suspensión temporal; los sancionados se mostraron en desacuerdo porque no hemos cometido ninguna falta, no hay motivo para sancionarnos.

Aseguraron que no aceptarían ningún castigo y exigieron su reinstalación inmediata.

Ambas partes acordaron que se retirarán las denuncias penales interpuestas ante la PGR por lesiones y daño a las instalaciones universitarias en contra de los ocho ceceacheros, además de que se les brindará apoyo sicopedagógico y orientación para el diseño de un plan de egreso y que puedan regularizar su situación escolar.

El pasado 23 de abril los estudiantes realizaron una asamblea para analizar la reforma a la educación media superior implantada por la SEP, por lo que ocuparon un salón de clases. Ante ello, las autoridades del colegio los exhortaron a salir. Al no llegar a un acuerdo la discusión derivó en violencia, donde resultó herido Hernández López, aunque los estudiantes denunciaron haber sido agredidos por policías que vulneraron la autonomía universitaria al ingresar al CCH y fueron remitidos ante el MP.

Ayer, al final de la reunión, acordaron crear una comisión –integrada por los implicados, sus padres y 15 profesores– que se reunirá hoy para analizar una salida al conflicto y presentar sus propuestas el próximo lunes.

La negociación continuará el día 25 a partir de las 15 horas en reunión de carácter resolutivo.