Octavio Paz llegó a elogiar la poesía del español, por su voz personal y rigurosa
ser viviente entre tanto simulacro de vida
Lunes 25 de mayo de 2009, p. a13
El escritor español José Miguel Ullán Hernández falleció el sábado en Madrid, a los 64 años de edad, a causa de cáncer, informó la prensa de su país.
El funeral se realizará hoy en Madrid, y por la noche será incinerado en el cementerio de la Almudena.
Entre las semblanzas que realizaron sus colegas, incluidas en la página web del diario El País, destaca la que en su momento escribió la ensayista y filósofa malagueña María Zambrano (1904-1991), quien lo había definido como “eso tan raro hoy –época de profesores y comentaristas– que se llama cantor, ser viviente entre tanto simulacro de vida”.
El escritor mexicano Octavio Paz consideró a Ullán como cantor con voz personal y rigurosa
, y se refería a él no solamente desde la poesía de España, sino desde la de todo el orbe hispánico
.
Admirable don del lenguaje
El poeta gallego José Ángel Valente decía de él: “acaso no haya palabra nuestra, de bastante tiempo a esta parte, que haya brotado como ésta brota –en verso y en prosa– de tan admirable don de lenguaje”.
Sobre la obra lírica de Ullán, el mexicano Alberto Blanco escribió hace siete años.
En particular se enfocó en el poema L.W. (29 de marzo de 1916), que forma parte del libro Órganos dispersos, publicado por la Fundación César Manrique, en 2000.
El título del poema alude (...) sin duda alguna al filósofo Ludwig Wittgenstein, personaje enigmático y misterioso como pocos en el panorama de la creación en el siglo XX, filósofo austriaco, que nació el 26 de abril de 1889 en Viena y murió en Cambridge, el 29 de abril de 1951, a la edad casi exacta de 62 años.
En el ensayo, Alberto Blanco explicó que José Miguel Ullán mostró interés en los tópicos fundamentales de la obra de Wittgenstein, como la naturaleza del lenguaje, los límites de lo que puede ser dicho, la casualidad, el yo y la voluntad de poder, la muerte y el misticismo, el bien y el mal.
Pero también la personalidad, la figura y la leyenda de Wittgenstein, y no tan sólo la profunda verdad poética y vital de su obra, han convertido a este filósofo en un verdadero polo magnético para muchos poetas, entre los cuales destaca José Miguel Ullán
, señaló Blanco.
José Miguel Ullán Hernández, poeta y periodista, nació en Villarino de los Aires (Salamanca) el 30 de octubre de 1944; comenzó a trabajar como colaborador del diario El adelantado de Salamanca, en 1970.
Posteriormente se instaló en París, donde trabajó durante 10 años para la Oficina de Radiodifusión y Televisión Francesa, al tiempo que era corresponsal de la revista Destino de Barcelona, y colaborador del semanario madrileño Tiempo.
A su regreso a España, en 1980, se incorporó al diario El País como crítico musical y de artes plásticas. También trabajó en Ediciones Rayuela, en Radio Nacional de España y en Antena 3. Para Televisión Española intervino en los programas culturales Imágenes y Alcores, y en 1985 dirigió el espacio Tatuaje.