Jueves 28 de mayo de 2009, p. a17
Barcelona. Cláxons, petardos, fuegos artificiales y cánticos victoriosos explotaron la noche del miércoles en las calles de esta ciudad, pocos minutos después de la final de la Champions. Fue el tercer título en sólo dos semanas. Decenas de miles de culés convergieron en la Plaza de Cataluña hacia las populares Ramblas. Si bien muchos bares y cafés cerraron para evitar aglomeraciones, la cerveza circulaba entre la multitud, gracias a vendedores furtivos que esta noche hicieron su agosto.