Tula de Allende, Hgo., 29 de mayo. Trabajadores del ayuntamiento, que realizaban labores para una obra de agua potable, a unos 700 metros de la zona arqueológica de la cultura tolteca, descubrieron dos osamentas humanas y varios utensilios que hacen presumir la existencia de barrios de alfareros alrededor del centro ceremonial prehispánico, donde están emplazados los Atlantes.

El investigador Luis Gamboa Cabezas, encargado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en tareas de rescate y restauración de la zona arqueológica de Tula, manifestó que los restos humanos datarían de entre los años 900 y mil de esta era.

Ambos estaban a un metro de profundidad, en posición fetal, de cara al este, por donde sale el sol, el principal motivo de veneración de los toltecas.

Junto con los restos óseos se hallaron siete vasijas de cerámica, moldes y pulidores de cerámica que hacen presumir que hubo barrios de alfareros.

Uno de los dos cráneos presenta cuatro orificios que pudieron ser hechos con fines médicos, pues la trepanación formaba parte de los métodos que se utilizaban para extirpar tumores o sanar fuertes dolores de cabeza, relata el investigador.

Proyecto de luz y sonido

Luis Gamboa recordó que en abril de 2007, a unos 50 metros del sitio donde se hizo el reciente descubrimiento, se encontraron 24 osamentas de niños, ocho de las cuales presentaban los mismos orificios hallados en uno de los dos cráneos recién descubiertos.

La zona arqueológica de Tula forma parte de un proyecto el gobierno estatal, con apoyo del federal, para crear un espectáculo de luz y sonido y así promover el turismo cultural en la región, que también está considerada para la construcción de una nueva refinería de Petróleos Mexicanos.