Nuestras tropas
corren peligro si se publican, afirma
Sábado 30 de mayo de 2009, p. 17
Washington, 29 de mayo. El gobierno del presidente estadunidense Barack Obama pidió a un tribunal federal de apelaciones que impida la divulgación de fotos que muestran las torturas aplicadas en las cárceles estadunidenses de Irak y Afganistán, según un documento judicial conocido este viernes.
Temo que la publicación de esas fotografías tenga consecuencias sobre la seguridad de nuestras tropas
, declaró Obama, quien fue citado en una demanda presentada el jueves anterior por el Departamento de Justicia ante un tribunal de apelaciones de Nueva York.
En su argumento, el gobierno demócrata citó a altos oficiales del ejército de Estados Unidos, los generales Raymond Odierno y David Petraeus, quienes explicaron que por ahora no es el momento de divulgar esas imágenes.
La publicación de esas imágenes, que muestran a militares de Estados Unidos maltratando a detenidos en Irak y Afganistán, o mostrando lo que podría ser considerado malos tratos, le daría un golpe a los esfuerzos de los agentes estadunidenses contra los combatientes rebeldes en Pakistán, Afganistán e Irak
, escribió Petraeus, jefe de las operaciones estadunidenses en Irak y Afganistán.
Agregó que esa difusión pondría en peligro la vida de soldados, pilotos, marinos, civiles y personal contratado que sirven allí
.
Odierno, comandante de las fuerzas estadunidenses en Irak, señaló en la demanda que, en el terreno, algunas unidades operacionales corren el riesgo de ser blanco de ataque tras la publicación de las fotografías
.
Por su parte, el ex presidente George W. Bush defendió las técnicas de interrogación severas, entre ellas el waterboading (ahogamiento simulado), utilizadas por su gobierno en la guerra contra el terrorismo
y a las que consideró legales y necesarias.
Entre declaraciones sobre un amplio abanico de cuestiones, Bush defendió la noche del jueves ante unas mil 500 personas reunidas por el Club Económico del Suroeste de Michigan su decisión de autorizar la severidad en los interrogatorios para hacer hablar a supuestos cerebros de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El ex presidente republicano destacó que las técnicas aplicadas recibieron la autorización de sus consejeros jurídicos, según informó el diario Detroit Free Press.