Las policías municipales se convirtieron en el punto estratégico que utiliza el crimen organizado para permear distintos niveles de gobierno, señaló el general Rodolfo Cruz López, coordinador de las Fuerzas Federales de Apoyo, durante una conferencia de prensa en la que declaró que el cártel de La Familia tiene presencia en los estados de Guanajuato, Guerrero, Oaxaca, Morelos, Michoacán, México y Jalisco.

El jefe policiaco, quien estuvo acompañado por el coordinador de Inteligencia para la Prevención, de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Luis Cárdenas Palomino, informó que el pasado miércoles agentes federales detuvieron a cinco presuntos integrantes del cártel de La Familia, en el municipio de Petacalco, Guerrero.

De acuerdo con Cruz López, los cinco presuntos narcotraficantes fueron ubicados en un restaurante conocido como La Barracuda, en la colonia La Playa, en el poblado de Petacalco, donde se reunirían “para coordinar acciones de vigilancia, con el objetivo de evitar que grupos antagónicos como Los Zetas y los Beltrán Leyva se apoderaran de la plaza, ya que esta localidad es un lugar estratégico para el trasiego de cocaína y mariguana por su cercanía con el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, y Zihuatanejo, Guerrero”.

En esta acción fueron detenidos Óscar Barajas Landa, presunto líder de la célula, así como Juan Manuel Barajas Landa, María Guadalupe Barajas Landa, Martín Barajas Valencia y Antonio Barajas Valencia.

Según la SSP federal las “líneas de investigación han permitido conocer que los detenidos llevaban aproximadamente ocho meses operando en esa localidad para la organización de La Familia, actividad por la cual recibían 8 mil pesos mensuales”.

En ese contexto, el general Cruz López señaló que por razones propias, estos elementos han ido permeando sobre todo a las policías locales que las hacen depender de ellos de mil formas, y pues por una situación también lógica, comienzan a permear niveles más altos.