Con Sicario: diario del Diablo, su libro más reciente, el autor completa una trilogía
personajes poco frecuentesen México
El escritor explora una realidad extrema, dramática y violenta que hoy día vive el país
Este sistema político-económico ha sumido a muchos en la pobreza, deplora el periodista
Miércoles 3 de junio de 2009, p. 6
El escritor y periodista Víctor Ronquillo completa una trilogía, donde se inclina más por la literatura que por el periodismo
.
Sicario: diario del Diablo (Ediciones B), su libro más reciente, se suma a Un corresponsal en la guerra del narco y La reina del Pacífico y otras mujeres del narco.
En entrevista con La Jornada, Ronquillo expresa: Aunque no puedo dejar de lado los muchos años de reportero dedicado a diversos asuntos de investigación, desde hace más de un año mi trabajo apuesta por el aspecto literario
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En el caso de Sicario, “la propuesta fue escribir una novela mediante la cual se presenta una realidad extrema, dramática y violenta que hoy día vive nuestro país. Lo que me interesa –subraya el autor– es traer a la literatura mexicana personajes poco frecuentes”.
Basada en una anécdota verídica, el libro gira en torno al viaje y la búsqueda que realiza un periodista por el submundo sórdido y violento de ciudades como Tijuana y Los Ángeles, con el propósito de conocer la vida de un inmigrante, el eficaz entrenamiento y los motivos del joven sicario y narcomenudista, René Arias, quien en un poblado de Guerrero, conocido como San Jerónimo, asesinó a 12 personas en una sola noche.
“Una de las víctimas fue su propio hermano, a quien apuñaló con un cuchillo de cocina; a las demás –incluido un policía a quien despojó de un rifle R-15 y lo mató– simplemente les disparó al encontrarlos en su camino de huida, no hacia el monte, como podría esperarse, sino hacia el centro del poblado. Once tiros disparados, once muertos”.
Muertos con nombre e historia
Como periodista, continúa Víctor Ronquillo, “mi trabajo siempre ha tenido un compromiso social. En mis libros he denunciado hechos en los que las víctimas son los más vulnerables.
Esa labor me ha llevado al trabajo literario, pues considero que la literatura tiene una mayor permanencia y permite una comprensión más profunda de los hechos, más allá de los discursos políticos y de los medios electrónicos.
Para el autor, lo más importante es abordar a esos personajes desde una perspectiva humana, pues no son un número más
, explica.
La mayoría de los muertos de la guerra contra el narcotráfico “de alguna manera son resultado de la pobreza extrema en la que tienen que sobrevivir muchos mexicanos, pobreza a la que nos ha llevado este sistema político-económico.
“Según cifras oficiales, hasta el momento se calcula que hay 10 mil muertos a causa de la guerra contra el narcotráfico, emprendida por el gobierno de Felipe Calderón; sin embargo, esos muertos tienen nombre, una historia.
“¿Qué alternativas –se pregunta Ronquillo– les quedan a los muchachos que se han convertido en peones, cuidadores de los plantíos de mariguana o amapola. Qué alternativa queda a un joven de un barrio de Nuevo Laredo, convertido en pandillero, en drogadicto, que por suerte no muere por las drogas y que luego va dando tumbos hasta convertirse en un sicario?”
Ésa es la realidad de violencia entretejida con las vicisitudes profesionales y amorosas de un periodista, al que intenta reflejar en Sicario: diario del Diablo.