París, 2 de junio. Este martes fueron descubiertos restos del avión accidentado en el Atlántico sur, cerca de la última posición en que se localizó el Airbus francés, más de 640 kilómetros al noroeste de Brasil. Un asiento, una boya anaranjada y residuos blancos fueron vistos flotando en el mar desde un avión brasileño de reconocimiento.

El lugar en que se hallaron sugiere que el piloto pudo haber intentado regresar a Brasil antes de estrellarse. La suerte que corrió el vuelo AF 447 de Air France, junto con sus 228 pasajeros y tripulación, que partió de Río de Janeiro con destino a París la noche del domingo, seguía siendo casi un misterio.

Tres instrumentos de localización que se encontraban a bordo de la nave no funcionaron, y las razones que provocaron la catástrofe pueden seguir sin conocerse durante semanas o meses.

El coronel de la fuerza aérea de Brasil, Jorge Amaral, dijo en conferencia de prensa: el plan ahora es concentrar nuestros esfuerzos en la recolección de los desechos encontrados y tratar de confirmar que pertenecen al avión de Air France... para ello tenemos que encontrar al menos una pieza que tenga el número de serie.

La localización de los restos al sur de lo que se suponía era la ruta de la nave sugiere que viró hacia la derecha, según Amaral. Es posible que (los pilotos) se percataran de algún problema y hayan tratado de regresar (a Brasil).

La teoría de Air France de que el avión pudo haber sido destruido por un rayo fue cuestionada este martes por expertos en aviación, quienes afirmaron que una fuerte y ultramoderna nave, con sólo cuatro años de servicio, no pudo haberse desvanecido sin siquiera enviar una señal de auxilio, a menos que haya sido víctima de la combinación de fallas en el sistema y un clima excepcionalmente inclemente.

No se ha descartado del todo un ataque terrorista. Todos los escenarios deben mantenerse a la vista, dijo el ministro de Defensa francés, Hervé Morin, a la radio de su país.No podemos desestimar un acto terrorista, dado que el terrorismo ha sido la principal amenaza contra las democracias occidentales, pero esta vez no tenemos elemento alguno de que un acto de esa naturaleza causó el accidente.

Funcionarios agregaron que era crucial localizar las cajas negras o grabadoras de vuelo, que están programadas para emitir señales durante 30 días.

El aparato hizo contacto radial por última vez cuando volaba sobre el Atlántico sur, 563 kilómetros al noroeste de la costa brasileña. Fue entonces cuando penetró en una zona de clima extremo conocido en francés como pot au noir (olla turbia), que se genera cuando hay una colisión entre las corrientes de aire cálidas y húmedas provenientes del norte y sur del Ecuador.

Comúnmente un avión recibe la advertencia de este fenómeno por medio del radar, y rodea o sobrevuela cualquier tormenta fuerte en esa zona. Expertos en aviación especularon hoy que un rayo pudo haber dañado los sistemas de radar y radio del Airbus, y por ello pudo haber entrado por error en esa zona de turbulencia altamente destructiva.

Si de pronto te ves atrapado en una enorme nube de tormenta, tienes que luchar para salvar el avión, dijo Gerard Feldzer, un ex piloto francés. Entonces, cualquier cosa es posible; el aparato puede quedar de espaldas o empezar a girar sobre su eje.

Ningún mensaje de alarma se envió desde la nave. Los tres puestos de vigilancia aérea de emergencia, cuya función es marcar la posición de un avión siniestrado, no funcionaron. Es muy poco común que todos los sistemas de comunicación fallen al mismo tiempo, dijo David Gleave, de la británica Oficina de Investigaciones y Seguridad en la Aviación. Ello indicaría que ocurrió algo catastrófico.

El vocero militar francés, Christophe Prazuck, advirtió que aunque se localice el avión destruido, podría ser muy difícil, o incluso imposible, rescatarlo. El área de búsqueda cubre una zona montañosa submarina tan grande como los Andes, a 4 mil 500 metros de profundidad. Se trata de un paisaje submarino muy escarpado.

El ministro de Transporte francés, Dominique Bussereau, dijo a los familiares de los pasajeros que se preparen para una muy larga investigación... puede tomar varios días, semanas o meses.

El avión llevaba 216 pasajeros y 12 miembros de la tripulación. Entre los franceses había un grupo de trabajadores de la compañía distribuidora de aparatos eléctricos CGED, quienes ganaron el viaje a Brasil, al que podían llevar a miembros de su familia, como un premio por haber logrado excelentes ventas.

Entre los británicos que se cree murieron a bordo del Airbus está el capitán de barco Graham Gardner, de 52 años, quien había trabajado algunos meses en Brasil para una firma de entubado suboceánico. Su esposa Joyce, de 51 años, declaró: era un hombre tan cariñoso, entregado y jovial.

Otras posibles víctimas son tres jóvenes médicos irlandeses que volvían de dos semanas de vacaciones. Parientes de toda Europa llegaban este martes en avión a París para esperar noticias. El Parlamento francés mantuvo un minuto de silencio en honor de las víctimas y el equipo de futbol nacional usó crespones negros en los brazos durante su partido amistoso contra Nigeria.

El presidente Nicolas Sarkozy anunció que convocará a los familiares de los pasajeros a tomar parte en un vuelo de recuerdo sobre el lugar del accidente.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca