Riad, 3 de junio. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió este miércoles con el rey Abdullah de Arabia Saudita, al arrancar una gira por Medio Oriente con la que el mandatario espera reparar la dañada imagen de su país en el mundo islámico.

En aparente respuesta a este intento, el líder de la red internacional Al Qaeda, Osama Bin Laden, dijo que Obama ha plantado semillas para la venganza y el odio hacia Estados Unidos en el mundo musulmán y advirtió a los habitantes de esa nación que se preparen para las consecuencias.

Poco después de la llegada de Obama al país árabe, la cadena de televisión Al Jazeera transmitió el mensaje de Bin Laden.

El pasado martes, el segundo al mando de Al Qaeda, Ayman Zawahri, afirmó que Obama es un criminal y advirtió a los musulmanes que no se dejen seducir por sus refinadas palabras.

Arabia Saudita desea que Obama endurezca su postura con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que rechaza la creación de un Estado palestino e ignoró los pedidos de Washington para frenar la construcción de colonias en las tierras ocupadas.

Obama indicó que le gustaría que el reino saudita, el lugar de nacimiento del Islam, ofrezca algunas medidas al gobierno de Israel para generar confianza.

El rey Abdullah propuso en 2002 un plan de paz que ofreció a Israel el reconocimiento de todo el mundo árabe a cambio del retiro de las tierras ocupadas en la guerra de 1967, un Estado palestino con Jerusalén de capital y una solución justa para los refugiados.

Bin Laden, de su lado, dijo que Obama está siguiendo los pasos de su predecesor, George W. Bush.

No creo sorprendente que Al Qaeda quisiera desviar la atención de los esfuerzos históricos y continuos del presidente de tener un diálogo abierto con el mundo musulmán, comentó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.

Bin Laden agregó que las políticas de Obama en Pakistán generan animosidad entre los musulmanes y que el presidente ordenó a Pakistán luchar contra los talibanes, aliados de Al Qaeda, en la región del valle de Swat.

“Esto ha llevado al desplazamiento de cerca de un millón de musulmanes –ancianos, mujeres y niños– desde sus pueblos y hogares para convertirse en refugiados en carpas”, agregó.