Presentar con vida a desaparecidos, la demanda
Domingo 7 de junio de 2009, p. 13
Familiares de desaparecidos políticos se manifestaron este sábado frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en demanda de justicia y presentación con vida
de sus padres, hermanos o esposos, quienes fueron detenidos –algunos desde 1969– por efectivos del Ejército o policías en distintos estados del país, y de los que nadie sabe nada.
Las autoridades ordenaron que frente a la sede del máximo tribunal se colocaran vallas metálicas de un metro de alto y policías federales, lo que no impidió la manifestación pacífica de familiares de desaparecidos, quienes colocaron 46 fotos de sus parientes y gritaron consignas como ¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!
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En la acera de la entrada principal de la SCJN, las vallas sirvieron para colocar algunas mantas y atorar los hilos que utilizaron para colgar las imágenes de los desaparecidos. Allí, jóvenes miembros del grupo llamado Hijos México y del Comité Eureka contaron la historia de sus familiares.
Sara Hernández de Ramírez Duarte afirmó: soy de Ramírez Duarte porque llevar los apellidos de mi esposo es recordarlo siempre
. Rafael Ramírez Duarte militaba en el Movimiento de Acción Revolucionaria y luego en la Liga Comunista 23 de Septiembre. El 9 de junio de 1977, unos policías lo detuvieron en el estado de México. Su esposa supo, gracias a que tres de sus hermanos fueron detenidos días después, y luego dejados en libertad, que estaba con vida en el Campo Militar Número Uno. Desde 1977 no ha vuelto a saber de él. Sara y Rafael procrearon dos hijos: Pavel es doctor en matemáticas y Tania en filosofía.
Acela Ocaña Morales narró cómo su hija Austreberta Hilda Escobedo Ocaña fue detenida en Naucalpan, estado de México, el 31 de diciembre de 1971. En 1974, unos amigos de Hilda le dieron razón de ella. Habían estado detenidos en una cárcel clandestina en manos de presuntos miembros de la extinta Brigada Blanca, grupo conformado por militares y policías que actuó al margen de la ley en los años 70 y 80. Esa vez fue la última noticia que tuvo.
Cuando tenía seis años, Guadalupe Pérez dejó de ver a su padre, Tomás Pérez Franco; fue capturado por un grupo de presuntos policías judiciales y caciques de Jicotepec, Pantepec y Mezcalapa, en la Sierra Norte de Puebla. Supuestamente, Tomás Pérez fue detenido por apoyar o dirigir un grupo de campesinos que buscaban recuperar un terreno que les había sido arrebatado. Aunque la Comisión Nacional de los Derechos Humanos empezó una investigación, no hay ningún resultado; el expediente está cerrado y de mi padre nada he sabido desde esa fecha
, dijo Guadalupe.
Cada primer sábado de mes, los Hijos México y el Comité Eureka se manifiestan durante una hora frente a la SCJN en demanda de libertad para sus familiares.