on ya más de 300 firmas de integrantes de la comunidad cultural tijuanense (además de un centenar de adherentes de otras ciudades), entre quienes se cuentan reconocidos escritores, pintores, dramaturgos, bailarines y promotores culturales de diversas generaciones, que se han manifestado en contra del nombramiento del funcionario Virgilio Muñoz como director del Centro Cultural Tijuana (Cecut), quien desde hace poco más sustituye a Teresa Vicencio, quien dirige ya el Instituto Nacional de Bellas Artes.

En una misiva enviada a Consuelo Saizar, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), se le solicita, de una manera muy mesurada, que no se imponga al frente del Cecut a alguien ajeno a la administración cultural y se permita que democráticamente la propia comunidad decida quién ocupe la dirección de la más importante institución cultural de esa ciudad fronteriza (que por cierto, cuenta con uno de los presupuestos más jugosos del país).

Esta solicitud del gremio artístico parece justa, pero hay un pequeño detalle: se sabe que el señor Muñoz cuenta con un poderoso apoyo político y eso complica la situación. Mientras tanto, el descontento cada día se hace más evidente entre los que debieran ser los legítimos dictaminadores de las políticas culturales: los artistas… Y vienen más cambios en el CNCA.

Varios en Casa del Lago

Muy sugerente es el programa de actividades para este junio de la Casa del Lago. En este espacio, siempre dispuesto a la experimentación, el martes pasado abrió una singular instalación de Sofía Taboas, quien interviene el verde lago con la propuesta titulada Cinco jardines flotantes para cinco piedras. El día 10 comenzará el encuentro Economía de la cultura y escena independiente México-Barcelona. Para el jueves 11 se anuncia una exhibición poco común en la que se confrontan cinco diseñadores de moda, como Ramón Valdiosera, quien marcó las pautas de la moda en los años 40, y sus colegas contemporáneos Alejandra Quesada, Trista y Malafacha.

Muchas cosas más ocurren en ese mágico espacio de remotos orígenes porfiristas, comandado por el iconoclasta ex baterista Pacho Paredes y en el que las ardillas fungen como auténticas anfitrionas.

Por tercera vez abren La Hija de los Apaches

Es una pena advertir los sellos de Clausurado en algunos de los más entrañables antros nocturnos de nuestra ciudad, como el Salón Orizaba, el Bull Pen, la cantina El Nivel (esa no se clausuró, pero de todas formas está cerrada) y el espacio cultural El Atrio, para dar cuenta de la insensibilidad de nuestras autoridades.

Sin embargo, hay que celebrar la necedad de nuestro querido Campeón del pulque (como se anuncia en el programa inaugural de su pulquería), Pifas Leyva, quien acaba de reabrir por tercera ocasión su ya legendaria La Hija de los Apaches (Claudio Bernal 149, en la colonia Doctores). Entre los padrinos de esta reapertura (esperemos que no la cierren de nuevo), estuvieron Rubén El Púas Olivares, Ultiminio Ramos, Pipino Cuevas y la Chiquita González, entre otros pugilistas que se tomaron algunos curados de la casa, como los especiales de avena, jitomate, maracuya y hawaiano.

Nuevo centro cultural en Tepeji del Río

Y para continuar con las buenas noticias, diré que ya faltan pocos detalles para que quede terminado el Centro Cultural La Veranda, que se encuentra en la colonia El Cerrito, de Tepeji del Río en Hidalgo. Este espacio independiente de tres pisos y terraza ha sido costeado por el incansable promotor cultural Antonio Zambrano, quien sacrificó su casa para construir el observatorio astronómico Salvador Elizondo, la biblioteca José Emilio Pacheco, la Sala de Lectura Guillermo Samperio y la galería Tina Villanueva, la barra del bar se llamará Carlos Martínez Rentería, de acuerdo con los planes del fundador de este bello recinto, de próxima inauguración.

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