Enfrentamientos entre militares e integrantes de un grupo criminal fuertemente armado se registraron la noche del sábado en la zona de Caletilla del puerto de Acapulco, Guerrero, lo que dejó al menos 16 atacantes y dos soldados muertos, informó ayer la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

En breve comunicado, la dependencia dijo que perdieron la vida el capitán segundo Germán Parra Salgado y el soldado de transmisiones Juan Loaeza Lanche, del 56 batallón de infantería, que se desplegó desde las 19 horas del sábado en la avenida Rancho Grande del fraccionamiento Las Playas, tras recibir una denuncia sobre la presencia de hombres armados.

La Sedena destacó que el presidente Felipe Calderón expresó sus condolencias por la pérdida irreparable de nuestros compañeros de armas.

Según fuentes militares, los sicarios pertenecen al cártel de los hermanos Beltrán Leyva, y las primeras pesquisas hicieron suponer que resguardaban a Édgar Valdés Villarreal La Barbie, quien, al parecer, visitó Acapulco el fin de semana.

Cinco más de los pistoleros fueron detenidos y 11 militares resultaron heridos durante los hechos que ya investigan autoridades del estado y la delegación de la Procuraduría General de la República. Tras los tiroteos fueron decomisadas 38 armas largas, 13 cortas, 13 granadas de fragmentación, 3 mil 525 cartuchos, 180 cargadores y ocho vehículos de lujo.

Según las fuentes, la primera refriega se inició hacia las 19:45, cuando militares marcaron el alto a sujetos armados que circulaban sobre la Costera Miguel Alemán a la altura del barrio La Playa, pero obtuvieron tiros por respuesta.

Comenzó la persecución que llegó hasta Caletilla –atrás de la Plaza de Toros. Los sicarios se refugiaron en moteles de la zona, desde donde atacaron a los militares. El domingo la zona seguía resguardada; hubo frecuentes rondines, y al mediodía soldados catearon una residencia del barrio de Mozimba.

Información extraoficial refirió un enfrentamiento a las 23 horas en Paso Limonero y La Venta, cuando sicarios al parecer huían en seis camionetas de lujo hacia Caleta, pero se toparon con patrullas de la policía federal.

Según esta versión, fueron decenas de presuntos sicarios los que se enfrentaron a unos 300 militares, marinos y policías federales, estatales y municipales en las refriegas que dejaron 21 muertos, entre ellos tres civiles, decenas de heridos y 36 detenidos.

También trascendió que fueron dos grupos rivales del cártel de los Beltrán Leyva y el de Édgar Villarreal quienes se enfrentaron desde vehículos en movimiento frente al malecón e iniciaron la persecución que los llevó hasta la casa de seguridad de avenida Rancho Grande 42, frente a la Plaza de Toros, donde ocurrió el choque contra militares que duró más de cinco horas.

En el enfrentamiento se usaron granadas de fragmentación, rifles de asalto y pistolas; y entre los civiles caídos –dijeron testigos– están Ramón Ramírez Landín y Gerardo García López, que se desplazaban en una Courier roja baleada por error.

Vecinos de Caleta y Caletilla comentaron que hace poco llegaron sus nuevos vecinos a la casona de Rancho Grande 42. Muchos ingerían alcohol el sábado cuando comenzó el tiroteo, pero varios pudieron huir.

Aparte de los 18 decesos en Acapulco, otras 27 personas murieron en diversas entidades durante acciones imputadas al crimen organzado. Sólo en Chihuahua fueron 13 las víctimas: nueve en Ciudad Juárez, tres en la comunidad de San Miguel de los Anchando, municipio de Santa Isabel (levantados antes en Parral), y una más en Casas Grandes.

Otras 10 víctimas fueron reportadas en Michoacán: cuatro en Huetamo, tres en una brecha del valle de Apatzingán, una en Aguililla, otra en Coahuayana y la última en Tiquicheo; mientras en Chilpancingo, autoridades policiacas de Guerrero dieron a conocer que en hechos distintos al de Acapulco hubo al menos cuatro asesinatos en varios municipios.

En otros operativos, la agencia Notimex informó que elementos de la Policía Federal Ministerial detuvieron, en Tlaquepaque, Jalisco, a Olga Cristina Lerma Lizárraga, presunta operadora financiera del cártel del Pacífico a las órdenes de Ignacio Nacho Coronel, en cumplimiento a una orden de aprehensión con fines de extradición.

En Guanajuato, trascendió que el jueves pasado elementos del Ejército allanaron sin órdenes de cateo todas las viviendas de dos comunidades de Apaseo el Alto y una enclavada ya en territorio de Querétaro durante 15 horas.