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Tampoco ofrecen trabajo social ni atención médica o sicológica

Estancias infantiles de Sedeso omiten en su programa la educación inicial
 
Periódico La Jornada
Viernes 12 de junio de 2009, p. 7

Las estancias infantiles de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), establecidas para atender a niños de escasos recursos económicos, menores de cuatro años, omiten la educación inicial, a pesar de que se trata de un derecho de la infancia y de que entre el nacimiento y los tres años de edad se desarrolla 90 por ciento de las capacidades mentales de las personas.

Las reglas de operación del programa fijan que no se dará educación prescolar, trabajo social ni atención médica o sicológica, los servicios de cuidado, atención y alimentación infantil otorgados no serán integrales. Los manuales dirigidos a las cuidadoras establecen únicamente consejos para el trato a los menores, explicó el pedagogo Gerardo Sauri, director de la Red por los derechos de la infancia.

Cuidadoras con sólo secundaria

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura señala que desde que nace, el niño tiene derecho a enseñanza inicial, y éste es uno de los seis objetivos del programa Educación para Todos. Precisa que las acciones de atención e instrucción de primera infancia son fundamentales para el desarrollo físico y mental, y para mejorar la captación cognitiva y contribuir a incrementar la escolarización.

Sin embargo, el principal objetivo del Programa de Estancias Infantiles que impulsó el gobierno de Felipe Calderón, y que atiende a 221 mil menores de cuatro años, es facilitar la búsqueda de empleo y mejorar las posibilidades y condiciones de trabajo remunerado de las madres trabajadoras, así como elevar la oferta de servicios de cuidado y atención infantil.

En las estancias, las responsables –que sólo requieren secundaria terminada– reciben materiales que están bien hechos, pero en ellos no se observa cuál es el modelo pedagógico y parecen más bien orientaciones que son de utilidad para cualquier persona. La propuesta es que cualquiera puede cuidar niños y con algunos consejos sería suficiente para atenderlos, explica Sauri.

En el análisis de 11 manuales elaborados por el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), utilizados en las estancias de la Sedeso, no se observa el propósito educativo: Pedagógicamente todo material debe estar dentro de un modelo. Cada uno debe contribuir a construir ese objetivo; esta parte no se ve. Faltan herramientas más sólidas sobre el proceso evolutivo de los niños, no son lo mismo niños de cero a un año, que después de los tres, explicó Sauri.

Cada manual va dirigido a un tema en particular. Se abordan situaciones como la entrada a la estancia, con recomendaciones para la cuidadora sobre lo que puede hacer para atender al niño, como mostrarle fotos o poner canciones; o aspectos como el filtro de los niños y niñas en la estancia, en el cual se indica la actitud que debe tener la cuidadora al momento de recibir al menor y la forma en que debe verificarlo: Echamos un ojo al grupo y será muy evidente quién viene enfermito. Lo separamos y le decimos amablemente a su mamá que se tiene que regresar a su casita.

Sauri asentó que antes de los tres años de edad hay cambios importantes en la maduración infantil, son pequeños que tienen un lenguaje inicial y que están en un proceso de desarrollo sicomotor, ya saben caminar, manipular objetos y los cambios en esos tres primeros años de vida son fundamentales. En ese periodo una persona desarrolla 90 por ciento de sus capacidades mentales.

Estos materiales tienen como fin prevenir ciertas situaciones elementales, que no se acuse al programa de que no se vio el abuso sexual, el dormir o el tema del pañal. Es atención para niños pobres, para los padres que pueden pagar educación inicial a los niños está Gymboree, donde les lanzan un paracaídas de colores y en su desarrollo mental se estimulan muchos aspectos.

En las estancias de la Sedeso sólo se procura que los menores coman y duerman, las personas que atienden a los niños deben tener un mínimo de preparación, qué bueno que sea gente de la comunidad. Los programas de guarderías comunitarias populares parten de que pueden ser cuidadoras, pero con un programa permanente de formación, el cual requiere inversión, eso no se observa en este modelo.