Madrid, 12 de junio. Los 94 millones de euros (131 millones de dólares) invertidos por el Real Madrid en Cristiano Ronaldo provocaron un gran terremoto en todo el mundo hasta abrir el debate acerca de si es una maravilla financiera o una obscenidad.

El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, afirmó en Johannesburgo que no tiene objeciones morales con el traspaso millonario. Estamos en una crisis económica, pero aún hay necesidad de estrellas. Claro que con ese dinero se podría comprar mucho pan, pero el entretenimiento también es dar pan a la gente, dijo.

Blatter comparó el pase con la adquisición de un cuadro de Picasso. “¿Y qué se hace con un cuadro así? Se esconde y tal vez se muestra alguna vez en un museo. A un futbolista se le ve dos veces por semana en el estadio. También una estrella de rock gana sumas parecidas y después durante el concierto se escuchan 90 minutos de playback”, agregó.

La afición del Real Madrid recibió con entusiasmo la noticia. Con Ronaldo vuelve el glamour de los grandes cracks; además devolvió al club a las primeras páginas de todos los periódicos, después de una etapa marcada por los escándalos de corrupción.

Al mismo tiempo, Florentino Pérez, de nuevo presidente merengue, reafirmó su posición de hombre firme, capaz de conseguir todo lo que se proponga, por imposible que parezca el empeño. Kaká y Ronaldo fueron sus dos primeras contrataciones, y no serán las últimas.

El fichaje del siglo, proclama el diario Marca en su primera página, y añade: Cristiano es la nueva joya blanca. Por su parte, el periódico As resume que el Real Madrid paga una cantidad muy elevada por tener al número uno.

Los comentaristas en los medios ingleses no tenían claro si echarán de menos al delantero portugués o se alegrarán de librarse de sus rabietas y su arrogante forma de ser.

Presumido, divo, falso y vulgar... pero, maldita sea, es el mejor de todos, tituló el tabloide The Daily Mirror.

Pero está la otra parte, la del bando que califica de obscena una inversión tan extraordinaria en tiempos en los que los periódicos se llenan de vocablos económicos en torno al desempleo, recesión e inflación.

El Barcelona fue el primero en reprobar el hecho, al asegurar Jaumee Ferrer, vicepresidente azulgrana, que ningún jugador vale ese dinero. El diario Sport le dedica toda su primera página al fichaje con el título ¡Qué escándalo! Y para Mundo Deportivo la contratación es de locos.