Teherán, sábado 13 de junio. El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, se perfiló hoy como ganador de las elecciones presidenciales de su país, según los primeros datos difundidos por las autoridades electorales, en una intensa jornada que se extendió cuatro horas más del límite oficial de las seis de la tarde debido a la constante afluencia de votantes a las urnas, dentro y fuera del país.

Antes de que la Oficina de Elecciones divulgara el primer boletín oficial con resultados de los comicios, el más fuerte de los tres candidatos opositores, Mirhosein Musavi, se proclamó vencedor de la contienda con base en datos recabados por sus representantes en las casillas electorales.

Los otros dos candidatos, el presidente del Parlamento, el clérigo Mehdi Karubi, y el conservador Mohsen Rezai permanecieron en silencio mientras circulaban las primeras versiones extraoficiales que atribuían menos del 2 y el uno por ciento, respectivamente.

El reporte de resultados más actualizado indicó que con 72 por ciento de los votos contabilizados, Ahmadinejad había conseguido 65.69 por ciento, contra 31.44 por ciento de Musavi, según un despacho de la agencia de noticias Irna.

La dependencia oficial dijo que más de 75 por ciento de los electores en zonas rurales votó por la relección del mandatario, lo que resultó factor determinante en la victoria de Ahmadinejad, a quien se considera político conservador.

En caso de confirmarse esa tendencia, Ahmadinejad podrá ser declarado vencedor de las elecciones sin necesidad de segunda vuelta. La legislación exige que el candidato ganador obtenga 50 por ciento de los sufragios en la primera ronda, de lo contrario se convoca de nuevo a las urnas a los dos aspirantes con mayor cantidad de votos, una semana después.

El director de la Oficina de Elecciones, Kamran Daneshjoo, citado por Irna, informó que a las 3:40 horas de este sábado en Teherán (17:10 de la ciudad de México), se habían escrutado 24 millones 122 mil 77 votos.

Karubi tenía a esa hora 470 mil 549 sufragios (1.95 por ciento) y Rezai 212 mil 855 (0.88).

Musavi llevó a cabo una campaña agresiva en la que acusó a Ahmadinejad de llevar la economía por camino equivocado, con alta inflación y desempleo, así como una política exterior que ha dañado la imagen y la dignidad de Irán, el país centroasiático que en 1979 consumó un movimiento revolucionario islámico que dio paso a un nuevo régimen político.

Desde hace 30 años, los ciudadanos iraníes se rigen por una Constitución política en que el Estado está encabezado por un guía o líder supremo, mientras que las políticas económicas y la mayoría de los asuntos nacionales están bajo la responsabilidad de un presidente que es elegido por voto directo cada cuatro años.

Por designación de la Asamblea de Expertos, el ayatola Ali Jamenei es el líder supremo desde 1989 y es sucesor del ayatola Rojula Jomeini, quien encabezó la revolución islámica que acabó con el régimen monárquico, impuesto varias décadas antes.

Según las agencias internacionales, Ahmadinejad tiene el respaldo del ayatola Jamenei, mientras que Musavi cuenta con el apoyo del ex presidente Mohammad Jatami (1997-2001 y 2001-2005).

Para la elección presidencial, las autoridades abrieron urnas en ciudades del extranjero donde residen grandes comunidades de iraníes, como Milán, Roma y Viena, en Italia, que extendieron sus horarios de votación debido a la alta participación ciudadana.

Las urnas fueron abiertas a las ocho de la mañana de ayer, día de oración, feriado, en los países de población mayoritariamente musulmana. A las 18 horas, cuando estaba programado el cierre de los centros de votación, la Oficina de Elecciones ordenó que permanecieran abiertas hasta las 22 horas.

Un total de unos 46 millones 200 mil electores fueron registrados para votar en los comicios en Irán, con una población total de 70 millones 400 mil personas.

La intensidad de la campaña despertó en los últimas semanas el interés de los ciudadanos, que a diario realizaron mítines callejeros en la capital en apoyo a los dos principales aspirantes. En este ambiente, el Ministerio del Interior pronosticó una participación de por lo menos 70 por ciento.

Temas sociales, como los estrictos códigos de vestimenta para las mujeres, también aparecieron en el debate electoral.

Musavi, considerado moderado con respecto a la aplicación de la doctrina religiosa islámica, dijo que el entusiasmo mostrado por los iraníes es una prueba de que quieren un cambio, especialmente los jóvenes, que al parecer conforman su principal fuente de apoyo y organizaron manifestaciones en Teherán por medio del sistema de comunicación SMS.

Tras depositar su voto en una mezquita del sur de Teherán, Musavi se quejó de que el sistema de mensajes por medio de teléfonos celulares fue interrumpido desde la noche del jueves, lo cual fue confirmado por el Ministerio de Telecomunicaciones, que dijo estar trabajando a marchas forzadas para reponer el servicio.

Ahmadinejad sufragó en una mezquita del sureste de la capital y dijo que la copiosa votación demuestra la voluntad de los iraníes de seguir por el camino del orgullo, el progreso y la prosperidad.

Por la noche, el mandatario evitó hacer comentarios sobre los resultados, pero Musavi difundió un comunicado en que señaló que según las informaciones que hemos obtenido hoy, soy el ganador de estas elecciones con un margen importante. Agradezco la presencia extraordinaria de electores. Hemos tenido personas que nunca habían ido a votar.