Roma, 12 de junio. El líder libio Muamar Kadafi afirmó este viernes aquí, en un auditorio de Roma, que en los países árabes la mujer no es más que un objeto de decoración, por lo que es necesaria una revolución femenina.

El discurso de Kadafi, pronunciado ante mil mujeres y programado por la ministra italiana de Igualdad, Mara Carfagna, finalizó la agitada visita del colonnell (coronel), como se conoce al mandatario libio en Italia.

El líder libio, quien realizó su primera visita oficial a Italia para cerrar definitivamente el difícil pasado colonial, abordó el tema de la condición de la mujer a su manera en el Auditorio Parque de la Música de la capital.

En el mundo árabe e islámico la situación de la mujer es horrenda e induce a la revolución. La mujer es como un mueble que se puede cambiar cuando uno quiere y nadie va a preguntar por qué lo ha hecho, afirmó Kadafi.

El mundo necesita una revolución femenina basada en una revolución cultural, agregó el controvertido dirigente libio, quien durante su visita de cuatro días a Italia criticó a Estados Unidos y condenó el terrorismo.

Yo estoy con la mujer en todo el mundo y creo que se necesita una revolución. No debemos oprimirla sino que debe tener los mismos derechos del hombre, agregó Kadafi, quien viajó con sus inseparables amazonas o guardias personales, todas mujeres.

Kadafi elogió a las grandes mujeres de la historia de Italia y mencionó a Matilde Serao, escritora de finales del siglo XIX y comienzos del XX, que nos dejó unos 40 libros; leánlos si no lo han hecho, dijo.

La ministra italiana para la Igualdad de Oportunidades, Mara Carfagna, solicitó al líder libio que se comprometa en favor de la mujer africana, de manera que le sean reconocidos sus derechos.

Antes, el hombre fuerte de Libia mantuvo una reunión informal con altos industriales, a quienes aseguró que Libia no hará negocios energéticos con otros países en detrimento de Italia.

Italia cubre 10 por ciento de sus necesidades energéticas con Libia y el gigante energético italiano Eni opera desde 1962 en este país del norte de África.

Asimismo, el líder dejó plantado al presidente de la Cámara de Diputados italiana, Gianfranco Fini, quien, molesto, anuló el encuentro oficial tras haber esperado dos horas al libio.

En el pleno respeto de las instituciones, considero anulado el encuentro y asumo la responsabilidad, declaró Fini al grupo de invitados reunidos en la Sala de la Loba del histórico palacio, además de calificar el retraso de de Kadafi de injustificado.

Horas después, la embajada de Libia en Roma justificó el retraso por la tradicional oración de los viernes que cumplen los musulmanes, aunque el encuentro fue programado con anticipación.

Numerosos políticos italianos, de la derecha oficial como de la oposición de izquierda, calificaron de justa la decisión de Fini.