El movimiento estudiantil de 1999-2000 en la Universidad Nacional Autónoma de México evitó la privatización de la educación superior, pues tras la huelga en esa casa de estudios ningún funcionario universitario se atreve a proponer el alza de cuotas, señalaron ex activistas.

Durante la presentación del libro Soy huelguista y soy de la UNAM, elaborado con ensayos y testimonios de ex integrantes del Consejo General de Huelga de diversas escuelas, a 10 años del movimiento, se reflexionó en torno a la huelga más larga en la historia de la máxima casa de estudios, tras la cual las autoridades universitarias expulsaron a 300 activistas y fueron encarcelados más de mil estudiantes.

Indicaron que si bien se impidió el alza de cuotas, actuando en defensa de la educación, las estructuras jerárquicas conservadoras y verticales en la universidad continúan vigentes, además de que el actual movimiento estudiantil está aletargado.

Se consolidó la gratuidad

Esther Navarro, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS), subrayó que se debe reconocer que pese a la entrada de la Policía Federal Preventiva a la UNAM para romper la huelga de casi 10 meses, los jóvenes lograron defender y consolidar la educación pública y gratuita, al grado de que cualquier rector que desee proponer el incremento de cuotas lo va a pensar.

Indicó que la victoria de este movimiento fue tan importante, que inclusive el propio ex rector Juan Ramón de la Fuente recogió e hizo suyo el discurso de los estudiantes sobre la defensa de la educación gratuita y la universidad pública en el país.

Humberto Laguna, alumno de Filosofía y Letras y quien participó en el CGH hace 10 años cuando estudiaba en Prepa 9, resaltó que existen alrededor de 40 libros sobre la huelga 1999-2000 en la UNAM, de los cuales sólo tres reivindican las acciones del movimiento de estudiantes, mientras el resto las critican.

Informó que la intención de este libro –editado por los propios activistas y del cual imprimieron mil ejemplares– es difundir de viva voz, con los testimonios de quienes vivieron la huelga, lo que representó y representa ese movimiento a 10 años de distancia.

Aurora Gutiérrez, quien colaboró con un ensayo sobre el papel de la mujer en la huelga, ex estudiante de la FCPS, señaló que ese sector enfrentó grandes desafíos sobre todo en el seno familiar. Agregó que muchas ex compañeras aseguraron que el mayor enemigo del CGH fueron los medios de comunicación.