Orlando, Fla., 14 de junio. Con otra gran demostración de su astro Kobe Bryant, quien anotó 30 puntos, el equipo Lakers de Los Ángeles venció 99-86 la noche del domingo a Orlando Magic, para ganarles la serie final 4-1 y conseguir su decimoquinto campeonato de la NBA.

Bryant fue la fuerza motriz de unos Lakers que se coronan por cuarta vez en la era del técnico Phil Jackson, quien alcanzó su décimo anillo de campeón para convertirse en el entrenador más laureado de todos los tiempos en la NBA.

Jackson guió a los Bulls de Chicago de Michael Jordan a seis títulos en la década de 1990, y a los Lakers a otros tres entre 2000 y 2002, con Kobe Bryant y Shaquille O’Neal compartiendo el estrellato.

Bryant mereció el trofeo al Jugador Más Valioso de la final, al promediar 30 puntos por encuentro.

El astro aportó además seis rebotes, cinco asistencias y cuatro tapones, y fue respaldado en el pizarrón por el reserva Lamar Odom, con 17 cartones; el centro español Pau Gasol, con 14 unidades y 15 rebotes; el alero Trevor Ariza, con 15 tantos, y el veterano Derek Fisher, con 13.

Por Orlando, los mejores fueron Rashard Lewis, con 18 tantos y 10 tablas; Dwight Howard, con 12 puntos y 10 recuperaciones, y el turco Hedo Turkoglu, con 12.

Como en partidos anteriores, Orlando cerró en su favor el primer cuarto 28-26. Pero, en el segundo, los locales siguieron produciendo y los Lakers fallando, hasta que en la medianía del pasaje un triple de Derek Fisher cambió la decoración del partido, al acercar a los angelinos 40-39.

De nuevo el Pescado oro-azul le daba la chispa que necesitaba su equipo, pues la canasta marcó el inicio de una racha de 16 puntos que permitió a los Lakers irse delante 52-40, con dos minutos y medio, para cerrar el tramo, e irse al descanso con ventaja de 56-46.

En el tercer cuarto, Kobe y Odom produjeron seis puntos cada uno y los Lakers disfrutaron una ventaja de hasta 16 cartones, insalvable para unos Magic que comenzaron a rendir armas ante la superioridad del rival.

Los Magic buscaban su primer campeonato de la NBA en su segunda final, que ya habían jugado en 1995, cuando fueron barridos por los Rockets de Houston 4-0.