El pacto de respeto a la autoridad que firmó la familia futbolística en Cancún el pasado martes es de risa para el ex árbitro Bonifacio Núñez Vega, mientras que su colega Antonio R. Márquez lo calificó de absurdo.

Entre gente decente no puede haber pactos, es como si yo le dijera a mi vecino que no haga escándalos en la madrugada o que no maltrate a su esposa, señaló Bonifacio Núñez.

En los diez mandamientos, como los llamó el polémico ex silbante internacional, se habla del juego limpio, de aprender a perder con una sonrisa y de no culpar al árbitro o a cualquier otra persona en caso de un traspié, entre otras cosas. El respeto se gana en la cancha y no por un papelito, apuntó, y cuestionó: ¿Qué va a pasar con los árbitros que se equivoquen rompiendo las reglas? Porque rompen las reglas con mucha facilidad, y lo puedo demostrar.

También lanzó la interrogante de si este trato es igual al pacto de caballeros que tienen los propietarios de los equipos de Primera División. Además, ¿ese pacto ya está contemplado en el código de sanciones de la disciplinaria? Porque si alguien no cumple con el quinto mandamiento, que indica promover los intereses del futbol mexicano, ¿qué le pasará?

El punto siete del pacto pide rechazar “‘la corrupción, las drogas, el racismo y las apuestas’. Entonces el dueño del Tijuana no puede estar en el futbol”.

Núñez Vega estimó que como los dirigentes de la Federación Mexicana de Futbol vienen de la burocracia creen que con base en pactos, a base de papelitos, se camina, pero no, el futbol es otra cosa y no lo han entendido.

Recordó que estuvo 20 años en el arbitraje y el respeto se lo ganaban en la cancha. Le decían: “Señor Boni, cómo le va”, y no que ahora piensan de los silbantes activos: mira no más que pendejo nos mandaron hoy.

Piensa que el titular de los árbitros, Aarón Padilla, quedó apantallado porque El Salvador le ganó a México en la eliminatoria mundialista, y nombró a Rodolfo Cibrián como asesor externo de la comisión, y no se preocupa por la formación de los silbantes, pues Carlos González es el nuevo director del área técnica, aunque ni asistente internacional fue. Antonio R. Márquez también cuestionó el nombramiento de González, ya que jamás pudo dirigir un partido de Primera División.

El ex árbitro mundialista está seguro que en cuanto salieron del salón los directivos que firmaron el pacto se olvidaron de él. En el caso de no culpar al árbitro cuando pierden, por ejemplo, dijo que cuando se hace es por la calentura del juego y hasta consideró sano que protesten, porque le sirve a la comisión para analizar y no se vaya a ciegas de que lo hizo bien. Eso no es cierto, porque al árbitro las mismas reglas le permiten equivocarse, porque es apreciación.

Pero como Aarón Padilla no sabe de arbitraje, lo único que quiere es evitarse problemas y que todos sean buenas gentes y acepten el arbitraje como bueno, aunque no lo haya sido. Pero eso no creo que beneficie en lo más mínimo al arbitraje.