La dinámica del mundo moderno, en la que se niega la animalidad y el carácter biológico de los seres humanos, coloca a éstos y al resto de las especies vivas del planeta al borde del abismo.

Así lo alertan Víctor Manuel Toledo y Narciso Barrera-Bassols, autores del libro La memoria biocultural: la importancia ecológica de las sabidurías tradicionales, en el que subrayan la importancia de los pueblos y culturas tradicionales e indígenas para encarar y revertir esa tendencia.

Los dos investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sostienen que es en esos pueblos y culturas donde está alojada y representada la memoria biocultural de la humanidad, es decir, todo el repertorio de experiencias y aprendizajes acumulados desde la aparición de ésta, hace 200 mil años, que han permitido la sobrevivencia de la especie.

Fue con la revolución industrial y su posterior desarrollo al capitalismo y luego al modelo neoliberal, sostienen, que se generó una amnesia total en la especie humana respecto de su origen natural y ésta se concentró casi de forma exclusiva en asumirse en el aspecto social.

Esto se expresa en buena parte de las controversias de las ciencias. Se olvida que somos una especie animal y social; no es el A o el B, sino A y B. Esto es central para entender de dónde venimos y a dónde vamos, precisó Toledo durante la presentación del volumen, editado por el sello español Icaria, la noche del martes en la Facultad de Filosofía y Letras.

Según el investigador, todas las especies animales, plantas y organismos tienen una memoria que les permite resolver cambios en el tiempo y adaptarse a condiciones novedosas, irrepetibles, desconocidas o sorpresivas. Se trata de una memoria genética, de la cual depende que una especie sobreviva.

Y, agregó, “los seres humanos –que supuestamente somos homo sapiens, el mono sabio– nos olvidamos de que también nuestra especie puede desaparecer. Las condiciones actuales, en las que imperan crisis ecológicas, sociales, sanitarias y alimentarias– nos indican que debemos repensar: ¿somos realmente el homo sapiens o el homo demens?”

Rebeliones indígenas en AL

Víctor Manuel Toledo recalcó que a lo largo de 200 mil años de la especie humana sobre el planeta, ésta logró sobrevivir, adaptarse y dominar mediante el campesinado; pero hace 300 años comenzó a gestarse la civilización industrial, basada básicamente en el petróleo, la ciencia y el capitalismo, que comenzó un gradual olvido de esa memoria.

Se ha ido aniquilando esa memoria de especie, y ella, como lo decimos en el libro, está representada por estas 6 mil culturas indígenas que existen en la actualidad en el mundo.

“Hablamos de 6 mil lenguas que involucran 6 mil diferentes miradas, 6 mil diferentes formas de sobrevivir, lo que no está haciendo la sociedad industrial, que está destruyendo todo.

Una de las paradojas que se está viviendo ahora es que los pueblos considerados más atrasados, los más primitivos, los más relegados por el mundo moderno, los pueblos indígenas, son los que hoy mantienen esa memoria de especie.

En opinión del investigador, si no aprendemos de los pueblos indígenas respecto de su vinculación con los procesos naturales, la humanidad total se irá al precipicio, liderada por esta civilización industrial.

Para terminar, destacó la importancia de la serie de rebeliones indígenas que ocurren hoy día en Latinoamérica: “En este momento que el pesimismo penetra cada vez más por todos los sectores, tenemos que voltear hacia el sur, hacia Bolivia, Ecuador y Perú.

En Bolivia, el plan gubernamental, determinado por la filosofía de gobierno indígena, está poniendo como meta el buen vivir. En Ecuador sucede lo mismo, se está integrando a las constituciones de esos gobiernos progresistas.