Para Rafael Tovar y de Teresa no hay de otra: De la memoria podemos hacer un paraíso o un infierno, y si por algo se ha inclinado a lo largo de su existencia, según dijo, es por lo primero.

Hay quien su vida la convierte en un infierno, porque siempre está recordando aquello de lo que busca vengarse en los demás, de las circunstancias, tomar revancha, resentimientos, rencores, señaló.

A lo mejor soy muy ingenuo, pero cierro mis ojos y puedo evocar tal cantidad de cosas que prefiero hacer de mi memoria un paraíso. No es que sea un ser distinto a los demás, que nada más caprichosamente sólo voy a recordar lo bueno; hay muchas cosas malas que uno va asimilando, hay cosas que uno ha hecho mal en la la vida.

Y, como venía al caso, recordó algo que le dijo hace tiempo su amigo el escritor Fernando del Paso, respecto de que todos somos un poco de todo: somos un poco buenos, un poco malos, un poco generosos...

Ex embajador de México en Italia y ex presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) durante los sexenios de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, Tovar y de Teresa hizo las anteriores precisiones a propósito de los temas generales que rigen su primera novela, Paraíso es tu memoria: la nostalgia y la remembranza.

Testimonios de una historia oral

Publicado por editorial Alfaguara, el libro fue presentado la noche del miércoles en la Casa de los Azulejos, sitió más que ad hoc con la historia que se desarrolla a lo largo de las 296 páginas del volumen: el devenir de una familia aristócrata durante el porfiriato y su paulatina decadencia con la llegada de la Revolución y el transcurso del siglo XX.

Y fue un lugar más que propicio –donde se encuentra hoy un conocido restaurante y tienda de artículos varios–, porque allí estableció su sede entre 1883 y 1911 el Jockey Club de México, en el que se reunían quienes tomaban las decisiones políticas y económicas del país en aquella época previa al estallido de la Revolución.

La presentación del volumen estuvo a cargo de los escritores María Luisa La China Mendoza, Fernando del Paso y Jorge Volpi, además del propio autor, quien describió que relata una historia de lo que fue, de lo que no fue y de lo que pudo haber sido.

En buena parte son, no digo recuerdos, pero sí testimonios que recibí de una historia oral de un momento único de México, de una circunstancia única de quienes me lo platicaban, que me permitió echar a volar la imaginación y se convirtió en la novela de lo que no fue, es decir de la parte de la ficción y la imaginación, explicó Tovar y de Teresa.

En breve conversación pública con Jorge Volpi, con lo cual cerró el acto, Tovar y de Teresa afirmó que de ninguna manera buscó reivindicar a la época porfiriana con esta novela.

Incluso adopté una posición crítica, porque a pesar de que muchas de estas cosas las viví en casa, estudié en una universidad pública que amplió mi horizonte y me creó una visión crítica, sostuvo.

Y, dentro de esa línea, consideró que el transcurso del siglo XX generó una clase media a la que se extendieron parte de esos aspectos que antes eran sólo de unos cuantos, como educación, salud, servicios y diversiones, una serie de cosas que permiten hablar que la Revolución dejó en parte un saldo positivo.

Dos familias aristócratas

Por su parte, Fernando del Paso describió que la novela de Tovar y de Teresa es una especie de saga de dos familias: la De La Llave y, aunque un poco menos, la Pérez Cuervo, familias ricas, aristócratas, pertenecientes a lo que en el libro se llama la oligarquía vieja u oligarquía nacional.

De igual manera, la describió como un libro de un escritor culto, profundamente muy interesado en todas las artes, particularmente en la música, pues en el desarrollo de su trama pueden encontrarse pasajes en los que aparecen personajes populares, como Ninón Sevilla, Ana Luisa Peluffo, Agustín Lara y Toña la Negra, que se codean con Mozart, Offenbach, Liszt y Chopin.

Me interesa lo maravilloso de cada uno de los personajes, de sus virtudes, sus defectos, sus deseos profundos, sus ilusiones; son personajes muy vivos (...) Las novelas que gustan mucho, uno las habita, pero ellas también lo habitan a uno, y uno sigue inventándolas.

Para concluir, Del Paso reiteró que con esta novela Rafael Tovar y de Teresa confirma una vez más que el rival más poderoso que tiene la historia es la literatura.