En la lucha contra la inseguridad es inadmisible e intolerable la indiferencia, y más si proviene de los gobiernos, dijo el presidente Felipe Calderón. Resaltó que por pensar que permaneciendo indiferentes quedaríamos a salvo dentro de nuestras casas o de las oficinas de gobierno lo que ocurrió fue que la delincuencia invadió áreas que no se pensaban.

Al reunirse con la comunidad judía en México, el mandatario se refirió en repetidas ocasiones a la indiferencia, la cual le ha hecho y le hace daño al país en ésta y muchas materias. Subrayó que, vencido ese obstáculo, también se logrará terminar con la acción impune de los criminales.

Nuevamente defendió la estrategia de su administración de combatir sin tregua a la delincuencia, porque queremos, no importan los costos o el tiempo que nos tome lograrlo, que las familias caminen sin miedo por las calles, que las empresas no tengan que pagar elevados costos de seguridad o, peor aún, costos de protección pagados a las propias mafias.

Reconoció que en algunos casos la reacción de la delincuencia ha sido violenta y desesperada, pero es claro que ante la falsa disyuntiva de una paz ficticia y el verdadero imperio de la legalidad, el gobierno tiene que optar sin titubeos por la única vía posible para México, que es la de la ley y la de su cumplimiento, indicó.

Luego explicó que el principal objetivo no es el narcotráfico solamente, sino terminar con el crimen organizado. El tráfico de drogas es sólo una parte, quizá la más rentable y lucrativa; sin embargo, llamó la atención a no perder de vista que el enemigo es el crimen organizado por la secuela de violencia, extorsión, impunidad, secuestro y cobro de derecho de piso que ha dejado en el país.

Subrayó que la tarea no ha sido fácil ni de entenderla, ni de ejecutarla porque se enfrentan obstáculos e inercias acumuladas a lo largo de muchos años. Durante décadas, agregó, el enemigo creció al amparo de la impunidad y de la corrupción en todos los niveles.

No obstante, sostuvo durante la comida con la comunidad judía, a la que también asistieron su esposa Margarita Zavala, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, y su secretario particular, Luis Felipe Bravo Mena, estamos decididos a recomponer las estructuras que han sido copadas de tiempo atrás o recientemente en el país y en todos los niveles de gobierno.

Antes, Calderón se refirió a la crisis económica como otro de los grandes retos que encara el país, y en el que lejos de quedarnos en el lamento o en el reproche, como hacen algunos, el gobierno federal toma medidas para proteger el empleo y el bienestar de las familias, dijo.

Mencionó el incremento que registra este año la inversión en infraestructura, el programa de paros técnicos con el que se busca preservar empleos, el congelamiento de precios de gasolinas y las reducciones en el precio del gas LP y de gas natural doméstico.

Repitió que ya se observan signos, incipientes todavía, pero alentadores de recuperación económica, reflejados en la creación de 17 mil nuevos empleos formales en la primera quincena de junio. Reconoció que todavía falta que esta tendencia se consolide.

Contra el voto nulo

En su turno, Óscar Gorodzinsky, presidente del comité central de la Comunidad Judía de México, que aglutina a casi 100 instituciones, aseguró que este sector está comprometido con el avance del país, a pesar de la crisis económica. México tiene la fuerza y la determinación para salir adelante y nosotros estaremos trabajando hombro con hombro con las autoridades para coadyuvar a superar este trance.

Más adelante, expresó el rechazo de la comunidad al voto nulo, el cual –señaló– no ayuda a la democracia, sino que debilita el proceso electoral y disminuye la fuerza de la sociedad para elegir libremente a sus autoridades.