La fracción del PRD en el Senado demandó el retiro paulatino del Ejército de las tareas del combate al narcotráfico, ya que de no aplicarse esta medida se corre el riesgo de que un mayor número de militares se involucre en la delincuencia organizada.

El coordinador Carlos Navarrete dijo que la reciente consignación de 10 militares por colaborar con el narco, es el primer foco rojo provocado por la prolongada permanencia del Ejército en tareas de seguridad nacional y vale la pena preguntarse cuánto tiempo va a pasar para que los capos de la droga logren corromper a coroneles y generales.

Para evitar un escenario de esa naturaleza, en el cual los narcotraficantes no sólo causen bajas de militares, sino que empiece a penetrar toda la estructura castrense, el PRD exigirá al gobierno federal que presente a la brevedad al Congreso un plan de retiro paulatino del Ejército y su sustitución por una policía nacional, para así mantener a salvo a la institución castrense de la corrupción y la relación con el crimen organizado.

Hay que establecer un límite en el tiempo para regresar a las tareas ordinarias en sus cuarteles, insistió.

Navarrete advirtió que de lo contrario, ese primer foco rojo puede convertirse en una emergencia en poco tiempo, y lo razonable, es “no poner en riesgo al Ejército manteniéndolo por demasiado tiempo en el combate en la primera fila, sino aprovechar su fuerza para la contención, y preparar pronto el retiro con una policía que quede al frente del combate al narcotráfico.

A su juicio, ese tema debe ser incluido en la agenda del próximo periodo de sesiones del Congreso, que se iniciará en septiembre, a fin de escuchar incluso la propia opinión del Ejército en el seno de la Comisión de Defensa Nacional del Senado. Muchos sectores coinciden en que no es bueno para la institución ni para el país, que los militares sigan en la calle, a cargo de operativos contra el crimen organizado.

Por separado, el vicepresidente del Partido Social Demócrata, Luciano Pascoe Rippey, dijo que más importante que la Iniciativa Mérida es que Estados Unidos acabe con el tráfico de armas a México y nuestro país legalice las drogas, lo que garantizaría, aseguró, que en medio año ya no haya ni un solo muerto.

El autoritarismo alienta al narco

A su vez, el profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Guillermo Garduño Valero, expuso que el crimen organizado que afecta a México es un fenómeno de carácter global y no sólo un problema interno. Va más allá de cada nación y debe reconocerse que las zonas fronterizas representan su punto de articulación, advirtió.

Sostuvo, asimismo, que el problema de la inseguridad y la violencia no se resuelve a balazos, pues el crimen organizado se desprende del poder. El especialista en seguridad nacional agregó que en los regímenes autoritarios, en los que existe una sociedad desorganizada, la delincuencia sienta sus bases reales, pues el poder totalitario facilita su implantación.