Bloemfontein, 10 de junio. España entró en la historia del futbol, al convertirse en la mejor selección por números, con su decimoquinta victoria consecutiva, lograda ante el anfitrión Sudáfrica por 2-0 en la Copa Confederaciones, desplazando a Brasil, Francia y Australia.

Además, sumó 35 partidos invicta, para quedar a la par de la verdeamarelha. Ahora, el equipo de Vicente del Bosque, que junto con Sudáfrica avanzó a semifinales, se enfrentará al segundo mejor clasificado del grupo B, que podría ser Italia, Egipto, Estados Unidos o Brasil, e irá por el récord absoluto de imbatibilidad.

David Villa, a los 52 minutos, destrabó un partido complicado para los ibéricos que ganaron así el sector A, y permanecerán en esta ciudad para jugar el miércoles el pase a la final. Fernando Llorente, a los 72 de acción, puso el 2-0.

Del Bosque hizo varios cambios, pero respetó en el ataque a Villa y Torres. Un gran zurdazo de Riera en un tiro libre desde fuera del área fue despejado a los cuatro minutos al córner por Khune. Dos minutos más tarde un cabezazo de Villa se fue apenas alto.

España tenía la iniciativa y la ofensiva, aunque los sudafricanos cumplían con lo que su entrenador, Joel Santana, les había exigido el día anterior: jugar con personalidad y orden, lo que se resumía en apostar al contrataque, con Parker como único delantero.

El partido se tornó friccionado. Impulsados por las atronadoras vuvuzelas (trompetas) que un público entusiasta nunca abandonó, los Bafana-bafana lucharon por cada pelota como si les fuera la vida en ello.

Fernando Torres se revolvió en el área y lanzó un zurdazo que pasó cerca del palo a los 22 minutos, y a los 35 volvió a merodear el gol, salvado entre el arquero Khune y el defensa Booth, un gigantón de casi dos metros y el único blanco del equipo.

A los 51, Villa pateó mal, anunciado y débil, un penal cometido por Mokoena a Cecs Fábregas. El público estalló eufórico por la atajada de Khune, pero el entusiasmo desapareció poco después, cuando un tiro de Riera habilitó a Villa en el área, quien empalmó en el aire y batió a Khune con un certero zurdazo.

Con furia celebró Villa el 1-0, pateó el banderín de córner y gritó en desahogo ante el error previo en el penal y las dudas sobre su futuro en la liga española.

Veinte minutos después Xavi cobró un tiro de esquina y Llorente, quien había entrado un rato antes en lugar de Torres, metió un derechazo seco y corto para imponer el 2-0.

En Johannesburgo, Irak empató 0-0 con Nueva Zelanda, resultado con el que ambos conjuntos se despidieron del certamen sin haber anotado un gol en sus tres encuentros del grupo A.

Irak, que necesitaba un triunfo para tener alguna posibilidad de rebasar a Sudáfrica y acceder a semifinales, fue más ofensivo que en sus primeros partidos, pero rara vez estuvo cerca de anotar.

El duelo acabó con el corto periplo de Bora Milutinovic como técnico de Irak, ya que el campeón de Asia está eliminado del Mundial 2010. Nueva Zelanda podría volver a Sudáfrica el próximo año si gana la clasificación ante un rival asiático aún por definir.

En tanto, este domingo se juega el superclásico mundial Brasil-Italia, en Pretoria, y el decisivo choque Egipto-Estados Unidos, en Johannesburgo, por el sector B.

La campeona del mundo, Italia, enfrentará a la verdeamarelha con la obligación de ganar para evitar una temprana eliminación; incluso, debe hasta golear, ya que si Egipto se impone a Estados Unidos, se daría un triple empate entre los auriverdes, los azurri y los faraones en seis puntos y entraría en juego la diferencia de goles.

Estados Unidos no ha sumado, pero podría avanzar si supera a Egipto y los italianos pierden.