Teherán, lunes 22 de junio. El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, exigió este domingo a Estados Unidos y Gran Bretaña que dejen de interferir en los asuntos internos de Irán, al tiempo que el canciller Manuchehr Mottaki acusó también a Alemania y Francia de entrometerse en la política interior del país centroasiático.

El Consejo de Guardianes de la revolución islámica anunció hoy que pudo comprobar irregularidades en las elecciones presidenciales del 12 de junio, pero aclaró que aún debe determinar si los 3 millones de votos en duda fueron decisivos para el resultado de los comicios, en los que Ahmadinejad obtuvo 24 millones de sufragios y 13 millones el opositor Mirhosein Musavi.

A las críticas contra la intervención extranjera se sumó el Parlamento iraní, que pidió a la comisión de política exterior y seguridad que ponga en reconsideración las relaciones con Washington, Londres, Berlín y París, a causa de sus comentarios y posturas vergonzosas en torno a la situación poselectoral en Irán.

En un encuentro con clérigos y estudiantes, el relecto presidente advirtió a los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña que con sus comentarios precipitados no lograrán entrar en el círculo de amigos de la nación iraní.

Los ciudadanos que escucharon al gobernante respondieron con gritos de ¡abajo Gran Bretaña!, país al que los historiadores atribuyen la imposición de la monarquía en Irán a principios del siglo XX, la cual fue derrocada por la revolución islámica de 1979.

La referencia de Ahmadinejad a Washington se relaciona con el hecho de que el presidente estadunidense Barack Obama hizo el sábado un llamado a las autoridades iraníes para que detengan las acciones violentas e injustas contra su pueblo.

En París, régimen de enanos

En una reunión con diplomáticos, Mottaki aseveró que si bien Francia es una gran nación, actualmente la gobiernan enanos.

Agregó que aquí, en esta sala, se encuentran representantes de los países que en su momento suministraron gas tóxico (a Irak), cuyas consecuencias sufren los iraníes desde hace 20 años.

Mottaki precisó que Londres preparaba un complot contra la elección presidencial iraní desde hace más de dos años, y como prueba de su afirmación señaló que elementos relacionados con la inteligencia británica llegaron masivamente antes de la elección presidencial.

Pese a las advertencias del Estado iraní contra los reclamos de la oposición, Musavi convocó a sus seguidores a seguir con los actos de protesta por el presunto fraude electoral, pero pidió evitar la violencia.

El ex presidente Mohamad Jatami, aliado de Musavi, nuevamente lanzó críticas a la respuesta que las autoridades dieron a los cuestionamientos en torno a los comicios y aseguró que existe creciente oposición entre clérigos musulmanes partidarios de las reformas en el Estado iraní.

En ese sentido, el gran ayatola Hosein Ali Montazeri, considerado uno de los artíficices de la revolución islámica –quien está bajo arresto domiciliario tras distanciarse de los actuales dirigentes estatales–, dijo que resistir a las exigencias de la gente está religiosamente prohibido.

Los medios de información extranjeros tuvieron hoy nuevamente restricciones para salir a las calles de Teherán a informar sobre la situación en la capital.

Este domingo hubo versiones contradictorias sobre las manifestaciones callejeras, toda vez que la agencia Dpa señaló que testigos dijeron que en distintas zonas de Teherán, especialmente en el norte, se escucharon gritos de ¡Dios es grande!, así como disparos de armas de fuego.

La agencia Reuters, de su lado, señaló en un despacho que no había reportes de manifestaciones callejeras, pero también se refirió a los disparos y los gritos aislados, táctica utilizada hace 30 años durante el movimiento que acabó con la monarquía.

Sobre las manifestaciones del sábado, la televisión estatal informó que 10 personas resultaron muertas y 100 sufrieron heridas en los choques con la policía. Otra emisora, Press Tv, ubicó la cifra de fallecidos en 13.

La televisora estatal dio a conocer asimismo que revoltosos incendiaron la mezquita Lolagar, y aunque primero indicó que pocas personas murieron en el lugar, después precisó que el saldo fue blanco.

El gobierno informó que durante las movilizaciones del sábado fueron detenidas 457 personas, entre ellas la hija del ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani, rival de Ahmadinejad.