La desocupación en México afectó en mayo a 5.31 por ciento de la población económicamente activa (PEA) del país, la tasa más elevada desde el comienzo de la medición de este fenómeno a escala nacional, en abril de 2000, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En esa proporción, que implica un incremento de 49 por ciento sobre la tasa de desocupación registrada al inicio de esta administración, el desempleo abierto afecta al menos a 2 millones 400 mil personas de 14 años o más, quienes buscan afanosamente una ocupación remunerada en cualquier actividad: formal, informal o subterránea.

Por lo que respecta a las 32 ciudades más importantes del país, una por cada entidad federativa, la desocupación afectó en mayo a 6.88 por ciento de la PEA de esos centros urbanos, la mayor proporción de desempleados en casi 14 años, desde septiembre de 1995.

Calculado con base en la población económicamente activa al término del primer trimestre de 2009, el universo de la desocupación en todo el país incorporó a sus filas al menos a unos 800 mil habitantes más desde el comienzo de la actual administración gubernamental, e incluso es factible que la población ocupada en mayo haya sido menor a la existente a fines de 2006.

Sin embargo, cifras más duras sobre el impacto de la recesión de la economía mexicana en los niveles de empleo y desocupación en México, como las relativas al número de trabajadores cotizantes al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), indican que 864 mil 586 personas perdieron su empleo entre octubre de 2008, cuando se presentó la mayor devaluación del peso desde diciembre de 1995, y mayo de 2009, cuando la actividad económica nacional se vio afectada por las medidas para contener el brote de influenza.