La venta de 10 millones diarios de turbosina se desplomó en 43 por ciento en mayo, comparado con el mismo mes del año anterior, a consecuencia de los miles de vuelos cancelados por las aerolíneas durante la alerta sanitaria del virus de influenza A/H1N1, reveló el director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Gilberto López Meyer. Dijo que por esta disminución, el organismo dejó de percibir poco más de mil millones de pesos en ese lapso. Y aunque la industria aeronáutica muestra ya una recuperación, con la temporada de vacaciones de verano en puerta, seguramente no se alcanzará las previsiones de vender 30 mil millones de pesos en combustible durante 2009. En declaraciones a La Jornada, el director estimó que como consecuencias de la alerta sanitaria, pero también del entorno económico adverso, las ventas de turbosina de ASA se quedarán en unos 26 mil millones de pesos. “Pero el precio del combustible oscila mucho –debido a su relación con el dólar– y en las últimas fechas ha registrado una tendencia al alza, por lo que estimar los ingresos en pesos resulta complicado. El mercado se ha ido gradualmente recuperando, pero el impacto fue tremendo; el indicador de venta de combustible es un termómetro muy fidedigno de la disminución de la actividad aérea, dijo.