Economía
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El presidente de Ecuador habló ante la conferencia de la ONU

Correa: ahora participamos en lo que antes era dominio de elites

¿Cómo entender la globalización que no busca crear una sociedad global, sino sólo un mercado global?, preguntó ante delegados del mundo

Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 26 de junio de 2009, p. 29

Nueva York, 25 de junio. El mundo enfrenta la peor crisis financiera desde la gran depresión, lo cual contribuye a una creciente pobreza, hambre, desempleo y a una crisis ambiental que podría derivar en el fin del mundo, fueron las advertencias para documentar que lo que está mal es peor de lo que se pensaba, o sea, otro día normal en las cumbres mundiales de la Organización de Naciones Unidas, donde todos llegan para advertir sobre urgencias, catástrofes y el Apocalipsis si no se actúa, sólo para culminar con la aprobación de un documento o una resolución.

La Conferencia de Alto Nivel sobre la crisis financiera y económica realizó así su segundo de tres días de programación, con el desfile incesante de representantes de la mayoría de los 192 gobiernos miembros, casi todos insistiendo en la gravedad de la crisis, sus impactos socioeconómicos, políticos y ambientales, y la urgencia de una respuesta colectiva. Ante tan urgente y enorme tarea, casi todos los gobiernos enviaron a secretarios, subsecretarios o embajadores, y hasta ahora han acudido sólo un presidente y unos cuantos primeros ministros.

Ese presidente es Rafael Correa, de Ecuador, que llegó no para proponer reformas, sino un cambio estructural al sistema internacional. Correa consideró, ante la escasa asistencia de los máximos niveles de gobiernos, que el simple hecho de que se haya logrado convocar esta conferencia donde la mayoría de los países, y no sólo los más ricos y sus aliados, buscan tener participación en formular las respuestas a la crisis global, es un gran paso adelante. Indicó que la importancia de esta reunión es que demuestra que ahora nos atrevemos a hablar, a proponer, sobre algo que antes parecía ser derecho exclusivo de las elites.

En su intervención ante el pleno de la conferencia de la asamblea general, Correa denunció el sistema que llevó al mundo a esta crisis. ¿Cómo entender una pretendida globalización que no busca crear ciudadanos del mundo, sino sólo consumidores? ¿Que no busca crear una sociedad global, sino sólo un mercado global? ¿Que busca cada día mayor movilidad para capitales y mercancías, pero criminaliza la movilidad de los seres humanos? ¿Tiene todo esto algún sentido? Definió que los responsables son una especie de clan de los poderosos, que se ufana del respeto y la igualdad, pero que usó para sus fines a los propios organismos internacionales y jamás trató a los otros con equidad.

Correa insistió en que los principios para guiar el futuro deben ser la igualdad y la justicia, y declaró: “Hemos venido ante el G-192 a demandar democracia y a subrayar el otro mundo posible, el otro mundo urgente que requerimos, el mundo de la paz y la justicia que se construye a través del respeto a la soberanía de los pueblos y al equilibrio entre seres humanos, países, naciones, pueblos y continentes.

Los distintos llegamos también desde América Latina, continente postergado y humillado, pero hoy más que nunca insurgente y rebelde, consciente de su responsabilidad histórica, dijo, y recordó que fue hace 45 años cuando el Che Guevara acudió a esta misma sala, y ahora de nuevo exigimos transparencia y verdad a la hora de develar quiénes originaron la crisis de hoy, quiénes expoliaron a los pueblos, quiénes se beneficiaron con sus políticas de ajuste, con sus deudas ilegítimas, golpes de Estado, subterfugios e ilegalidades institucionalizadas, como el Consenso de Washington, paradójico y cínico acuerdo realizado a espaldas de pueblos y gobiernos y circunscrito a los cónclaves del poder dominante y colonialista.

Como otros oradores, Correa recordó que esta crisis se originó en los mercados financieros estadunidenses, pero se contagió todo el mundo, y aunque el sur no tuvo nada que ver, ahora es su víctima principal. El también economista dijo que reformar instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional sería un parche insuficiente, y que esas instituciones “sólo sirven para hacer marketing ideológico en beneficio del neoliberalismo y del ‘Consenso de Washington’. Si los mercados especulativos del núcleo capitalista son los responsables directos de esta crisis mundial, sería absurdo e irresponsable dejar que las soluciones sean planteadas, programadas y ejecutadas por el mismo sistema que la provocó”.

Por ello planteó una serie de cambios, incluyendo un fondo común de reservas regionales y otras medidas para que los países del sur retomen su poder de decisión en el ámbito financiero y no dependan de los actuales centros del poder económico, y menos los financien. Ofreció como ejemplo los intentos de los países de Sudamérica por crear el Banco del Sur, como otras iniciativas de los países del Alba, agrupación a la cual se sumó Ecuador el miércoles.

“El derecho a la vida, a la salud, a la educación de nuestros pueblos, al buen vivir, al Sumac Kausay, como dicen los pueblos ancestrales de mi patria, está por sobre el interés de los especuladores internacionales de Wall Street. Si este principio mínimo se considera insubordinación, que así sea”, remató.

En una conferencia de prensa, el mandatario ecuatoriano respondió a La Jornada que en lo personal tengo muchas esperanzas frente al nuevo gobierno de Barack Obama en Estados Unidos. Destacó que es un hombre sincero y dispuesto a escuchar. En torno a la relación con Colombia, dijo que Ecuador fue bombardeado y que en respuesta yo no bombardeo a Colombia, acudo al ámbito jurídico, donde se ha interpuesto una demanda ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya.

Respecto a las iniciativas sobre el petróleo y las disputas con las empresas trasnacionales, ofreció una amplia explicación sobre cómo se ha buscado anular el abuso de ellas por los contratos que se volvieron injustos al incrementarse el precio internacional del recurso, pero que sólo pagaban como si el precio se mantuviera igual. Ante eso, expuso, se mostró que somos un gobierno soberano y honesto que no va a vender al país.

Organizaciones civiles internacionales realizaron foros y mesas redondas en el contexto de esta conferencia mundial en la ONU, donde se intercambiaron críticas, diagnósticos y propuestas sobre la crisis económica, se deploró la falta de compromiso de los gobiernos más ricos y la no inclusión de sectores sociales y países pobres en la toma de decisiones en respuesta a esta crisis.